El vicepresidente de la firma telefónica Etecsa, Máximo Lafuente, dijo el miércoles en rueda de prensa que el balance hasta el 30 de junio indicó que en Cuba hay 1,004.000 líneas que dependen de cables y 1,007.000 de la red inalámbrica.
La compañía italo-cubana comenzó a operar en 2003 cuando había en la isla unos 43.000 celulares, recordó el funcionario, por lo general distribuidos entre diplomáticos y empresarios extranjeros o ciudadanos isleños ligados a empresas foráneas.
``Hay un crecimiento sostenido... con picos asociados a promociones, introducción de ciertos servicios'', indicó La fuente.
Pero el despegue se produjo en 2008 cuando el presidente Raúl Castro aprobó la contratación del servicio para todos los ciudadanos.
Entonces se reportaban unas 300.000 líneas celulares, que subieron en los dos últimos años a 700.000 y con una cobertura en el 70% del país.
El alza de contrataciones fue acompañado de una disminución del 80% del precio, pues al comienzo se debían pagar 111 pesos convertibles (unos 119 dólares) a la firma del contrato, mientras que ahora se puede obtener la misma por 40 pesos convertibles (43 dólares), así como un sistema de promociones con recortes en las tarifas y diferenciación horaria entre otras.
Estas cifras incluyen las llamada telefonía fija alternativa, que es en realidad un servicio social, pues se coloca un inalámbrico en poblaciones con más de 300 personas en lugares apartados, intrincados y donde sería imposible llegar a los hogares a través de postes y cables.
Según las cifras proporcionadas por La fuente, el 96% de los usuarios son ``prepagos'' por el sistema de tarjetas, mientras que solo el 4% corresponde a ``postpagos'', por lo general las empresas u hombres de negocios asentados en el país.
Lafuente indicó que Cuba había invertido más de 1.000 millones de dólares en su telefonía en estos 10 años, de ellos unos 200 para el sistema móvil.
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