Los cigarros eléctricos se han convertido en una enorme problemática de salud pública, que en el caso concreto de Nueva York, cada vez afecta a más y más jóvenes, quienes se exponen a adquirir hábitos adictivos y sufrir serias afecciones. Y en un nuevo intento para proteger a niños y adolescentes, la Fiscal General del Estado, Letitia James acaba de anunciar que presentó una demanda contra
“La industria del vapeo está tomando una página del libro de estrategias de las grandes tabacaleras: están haciendo que la nicotina parezca genial, haciendo que los niños se enganchen y creando una crisis de salud pública masiva en el proceso”, manifestó la Fiscal James. “Durante demasiado tiempo, estas empresas han ignorado nuestras leyes para sacar provecho de nuestros jóvenes, pero no vamos a arriesgar la salud y la seguridad de nuestros niños. Hoy estamos tomando medidas fundamentales para responsabilizar a estas empresas por el daño que han causado a los neoyorquinos”.
Dentro de las compañías señaladas en la demanda, en la que se solicitan cientos de millones de dólares por daños, sanciones, devolución de los productos y la creación de un fondo de reducción del vapeo, están marcas que promueven vapeadores, como Puff Bar, Elf Bar, Geek Bar, Breeze y MYLE, que son muy populares.
La Fiscalía aseguró que una investigación de la Oficina del Fiscal General (OAG) descubrió que “estas empresas comercializan productos de nicotina con sabor a frutas y dulces altamente adictivos a consumidores menores de edad, engañan a los clientes sobre la seguridad y legalidad de sus productos, envían productos ilegalmente a Nueva York y violan las regulaciones de salud diseñadas para frenar el vapeo entre los jóvenes”.
La Fiscal James agregó que las compañías de vapeo han adoptado estrategias de mercadeo “engañosas e ineludibles que recuerdan las tácticas que hicieron famosa a la industria tabacalera”, y dijo que las empresas de vapeo se dirigen directamente a los jóvenes con envases brillantes y coloridos, sabores de caramelos y frutas, campañas en las redes sociales y apoyo de influencers, al igual que afirman que sus productos son alternativas seguras a los cigarrillos.
Empaques como “Blue Razz Slushy”, “Sour Watermelon Patch”, “Unicorn Cake”, “Fruity Bears Freeze”, “Cotton Candy”, “Rainbow Rapper”, “Sour Fruity Worms”, “Fruity Pebbles” y “Strawberry Cereal Donut Milk”, se comercializan para que resulten atractivos a los niños.
La Oficina de acusaciones también mencionó que ninguna de las empresas en la demanda ha recibido autorización por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) por sus vaporizadores con sabor a frutas o caramelos, por lo que su venta es ilegal.
Alison Ritchie, presidenta de la organización “New York Association of Convenience Stores” (NYACS), manifestó su apoyo a la medida judicial de la Fiscalía contra las industrias de fabricación y distribución ilegal de cigarrillos electrónicos desechables con sabores, de las que dijo, “burlan las leyes estatales y federales”.
“A pesar de que estos productos han estado prohibidos tanto en Nueva York como en el resto del país durante casi media década, estos malos actores han operado con virtual impunidad debido a la falta de aplicación de la ley por parte de los reguladores estatales y federales”, aseguró la líder de tiendas. “Esto ha permitido que estos cigarrillos electrónicos fabricados en China inunden el mercado ilícito con sus productos saborizados, perjudicando a los minoristas legítimos y respetuosos de la ley. Nuestros miembros no venden ni venderán estos productos ilegales”. Fuente: YAHOO
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