Según informó El Clarín, Lanata ingresó a dicho nosocomio el pasado 14 de junio. Tres meses después, fue trasladado a la Clínica Santa Catalina, un centro de neurorrehabilitación ubicado en el barrio de San Cristóbal. Sin embargo, luego de una semana, regresó al Hospital Italiano por una infección y un cuadro de neumonía y fiebre.
Durante su última internación, sufrió una descompensación cardíaca que, en un primer momento, se consideró un "infarto leve". No obstante, su estado de salud no mejoró, sino que pasó por complicaciones respiratorias, una trombosis venosa profunda y varios de drenajes por acumulación de líquido abdominal.
Su esposa Elba Marcovecchio, en declaraciones recogidas por Infobae, indicó que la última Navidad la familia lo acompañó en el centro de salud, donde permanecía en la Unidad de Cuidados Intensivos. Las visitas eran alternadas con sus hijas Bárbara y Lola.
Los últimos días, los médicos habían informado a sus familiares que la situación del periodista era sumamente crítica y que ya se habían agotado todos los recursos disponibles para su mejoría. Finalmente, Lanata dejó de existir este 30 de diciembre, acompañado de sus seres queridos.
Una vida dedicada al periodismo
Jorge Lanata nació en Mar de Plata en 1960. Su carrera periodística inició muy temprano, cuando a los 14 años ingresó a Radio Nacional como redactor de noticias. Posteriormente, durante los años de la dictadura militar, ingresó a la revista Siete Días y, en 1982, a El Porteño.
Con el retorno de la democracia, Lanata laboraba en Radio Belgrano y también pasó por la FM Rock and Pop y el programa La Noticia Rebelde en ATC. En mayo de 1987, marcó un hito periodístico con la fundación de Página/12, donde fue director hasta marzo de 1994.
Dicho medio marcó una disrupción en el modo informativo argentino con sus recordadas investigaciones y tapas durante el menemismo, como la portada en blanco del 8 de octubre de 1989, al día siguiente de los decretos de indulto de Carlos Menem, o las páginas amarillas con las que salió el tiraje luego de que dicho mandatario calificó de "amarillos" a sus periodistas.
Lanata también se hizó icónico con programas de televisión como Día D, Detrás de las Noticias y Después de Todo (DDT). Lo mismo, destacó en radio con Hora 25 y RompeCabezas, ambos programas en la FM Rock & Pop.
En el 2012, el periodista ingresó al Grupo Clarín, donde permaneció hasta el último momento de su carrera. Además, condujo el programa radial "Lanata sin filtro", y en televisión "Periodismo para todos", programa que se emitió todos los domingos por la noche, por la pantalla de El Trece.
Sobre Venezuela, el periodista criticó la actitud que mantienen los líderes políticos de ese país al no poder hacerle frente a Nicolás Maduro. También negó que la dictadura ejercida por el heredero de Hugo Chávez fuera una ideología izquierdista.
“Lo que más me asombra de Venezuela es que sus líderes políticos, muchos presos hoy, se dividan frente a Maduro (…) Su propia miseria, por su propia división de pensamiento chiquito. El ‘quiero ser yo’ (…) Yo no creo que Venezuela sea un gobierno de izquierda. Para mí es un gobierno militar de derecha”, comentó.
Lanata criticó también que, en varios países de la región, no se comprenda el verdadero concepto de lo que significa Estado, lo cual, según dijo, se ve reflejado en los distintos actos de corrupción que se han venido cometiendo a lo largo de la historia.
“El concepto de Estado en América Latina es una locura. No entendemos qué es. Pensamos que el Estado es del partido que Gobierna. El Estado es la nación entera. El Estado por eso no puede decir a quiénes les da y a quiénes no porque tiene que hacer un criterio de igualdad porque los recursos no son del Estado, son de la comunidad”, sostuvo.
Asimismo, hizo un breve repaso por su carrera y por los destapes periodísticos que realizaba en su espacio televisivo 'Periodismo para todos'.
“Con Menem hemos tirado a un par de ministros, entre ellos al cuñado del presidente. A pesar que teníamos una relación fea, el trato con ex políticos era civilizado. Con los Kirchner fue una batalla”, comentó el periodista.
“Ellos se lanzaron como nadie, como ningún otro Gobierno lanzaron medios sustentados en una pauta oficial y por otro lado a atacar como nunca antes a los periodistas. Entonces había una paradoja porque por un lado ellos tenían medios y poca audiencia; nosotros teníamos pocos medios y mucha audiencia”, agregó.
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