La aeronave de Pegasus Airlines llegaba al aeropuerto de Sabiha Gokcen, de Estambul, procedente de la ciudad de Esmirna con malas condiciones meteorológicas, según informó la cadena NTV, mostrando imágenes del aparato dañado y con fuego en su interior. Las llamas fueron apagadas rápidamente.
El Ministro de Transporte, Mehmet Cahit Turhan, dijo que no hubo muertes y que la mayoría de los pasajeros pudieron bajar del avión por sí mismos. No obstante, al menos 52 personas resultaron heridas y debieron ser trasladadas a hospitales cercanos, dijo el gobernador de Estambul, Ali Yerlikaya. Muchas quedaron atrapadas en el interior del aparato y los rescatistas las ayudaron a salir.
Tras la caída de la noche en Estambul, las imágenes de televisión mostraron a docenas de trabajadores de rescate en chaquetas de alta visibilidad rodeando el avión con linternas. Algunos rociaban chorros de agua sobre el cuerpo cortado del avión, mientras que otros podían ser vistos subiendo para despejar la cabina.
Las cámaras registraron a varios pasajeros saliendo de la aeronave. La mayoría dejaba el aparato por la abertura que causó el incidente en la parte trasera, que dejó a la cola separada del resto. La cabina del piloto quedó completamente desprendida.
Turhan dijo que el avión se rompió después de un “aterrizaje fuerte”, según NTV. Antes del accidente, había habido vientos muy fuertes y lluvia. Varios bomberos y trabajadores de la salud fueron enviados al lugar, informó la agencia de noticias estatal Anadolu.
El aeropuerto de Sabiha Gökçen es el menor de los dos ubicados en Estambul y se halla en la parte asiática de la ciudad. Ha quedado cerrado al tráfico. Los aviones estaban siendo redirigidos al aeropuerto principal de Estambul.
El fiscal de Estambul ha iniciado una investigación sobre el incidente. El avión había aterrizado en el aeropuerto a las 1518 GMT, según informó la agencia de noticias privada DHA.
El mes pasado, un Boeing 737-800 (TC-CCK) también propiedad de Pegasus Airlines se había despistado en el mismo aeropuerto. En ese caso no se reportaron heridos y el accidente fue atribuido a las malas condiciones climatológicas.
En enero de 2018, otro Boeing 737-800 de Pegasus se deslizó por un terraplén en el aeropuerto de Trabzon, en el Mar Negro, y aterrizó a pocos metros del agua con las ruedas atascadas en un espeso barro. Después de cuatro días, el avión fue finalmente levantado de nuevo a la pista con grúas. Los 162 pasajeros y los seis miembros de la tripulación fueron evacuados de forma segura.
Pegasus es una aerolínea de bajo costo que lleva 20 años volando, tiene una flota de 83 aviones, incluyendo 47 Boeing's y 36 Airbus, según su sitio web. @infobae
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