"Rosh Hashaná, el comienzo de un nuevo año en la tradición judía, celebra un evento universal: la creación del ser humano.Y nos propone recrearnos como Dios hizo con el mundo, con la fuerza de una historia que tiene voto pero no veto.
Y así, el próximo año, decir: 'hice, me esforcé, pude... lo que no me salió como quería trataré de mejorarlo, pero no me arrepiento de no haberlo intentado'. Por eso es que este tiempo nos invita por un lado a hacer un balance para volver a comenzar y por otro ver cómo mejorar lo que no pudimos o lo que no supimos hacer. Nos deseamos que el próximo año sea bueno y dulce pero sabemos que para que eso suceda debemos nosotros ser buenos y dulces", relata a Clarín Diego Elman, Seminarista Rabínico de la Comunidad Mishkán.Uno de los principales mandatos de la festividad consiste en hacer sonar (y escuchar) el shofar, un instrumento tradicional hecho con un cuerno de carnero.
El grito del shofar es, asimismo, un llamado al arrepentimiento, porque Rosh Hashaná es también el aniversario del primer pecado del hombre y de su arrepentimiento por dicha transgresión. Así, constituye el primero de los Diez Días de Arrepentimiento (Iamim Noraim) que culminan en Iom Kipur, el Día del Perdón.
¿Qué se come durante la celebración?
En la mesa no faltarán un pan trenzado en forma redonda (Jalá agulá), que simboliza el ciclo del año que comienza, vino, pescado relleno o guefilte fish, y comidas tradicionales como knishes, falafel, bohíos de verdura, o lo que cada familia acostumbra poner en la mesa.
La luz de dos velas simbolizan la bendición de un tiempo alejado de la oscuridad; el vino, la alegría, y las manzanas con miel aportan la dulzura para la vida.
Qué significa "Shana Tová"
La expresión "Shana Tová" (Buen Año) es la frase utilizada para saludar con el deseo de un próspero año nuevo.
También se suele utilizar la expresión "Shana Tová Umetuká", que manifiesta el deseo de tener un año bueno y dulce.
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