Sale en abril en algunos países del primer mundo y podría llegar a la Argentina antes de fin de año. El precio a nivel mundial: 1.980 dólares.
Este teléfono que inicia una categoría propia dentro del abanico de la telefonía móvil asoma con una pantalla principal de 7,3 pulgadas y una cubierta de 4,6 pulgadas. Tiene dos baterías que suman 4.380 miliamperio hora (mAh).
Para lograr un material que sea flexible y resistente al mismo tiempo, durante la presentación, Justin Denson, ejecutivo de la empresa, explicó que se inventó una nueva capa de polímero y se creó una pantalla que es un 50% más delgada que la de un teléfono inteligente.
Además, incorpora un mecanismo de bisagra para que el celular que se convierte en una tableta o viceversa, se accione de forma suave y natural, como un libro, y se cierra de forma plana y compacta con un clic satisfactorio.
Una de las ventajas del Galaxy Fold es que permite transiciones intuitivas entre la cubierta y las pantallas principales. A medida que se despliega, las aplicaciones se agrupan automáticamente donde uno las dejó y al abrir el lienzo completo se vuelve a distribuir en forma uniforme.
Para garantizar que todo funcione sin inconvenientes, incluso cuando se ejecutan tres aplicaciones simultáneamente, Samsung equipó a Galaxy Fold con un chipset AP de última generación de alta potencia y 12 GB de RAM con un rendimiento similar al de una PC.
Durante la presentación, se aclaró que Samsung trabajó con Google y la comunidad de desarrolladores de Android para garantizar que las aplicaciones y servicios como Facebook, WhatsApp y YouTube, estuvieran disponibles para la UX Fold del Galaxy.
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