Cinco claves para hablar de temas difíciles con los hijos

Photo
  • Por El Tiempo / GDA El
  •  sexo, las drogas, un divorcio, un suicidio o la muerte no siempre resultan ser temas sencillos de tratar con los niños y los adolescentes. Con la asesoría de Mónica Mejía Giraldo, psicóloga clínica, especialista en niños y adolescentes, y María Elena López, psicóloga de familia,
    obtuvimos las siguientes recomendaciones, que pueden seguir los padres para hacerles frente a esas charlas que pueden resultarles incómodas, pero que son absolutamente necesarias.
    1. Entiende por qué tienes miedo de tratar un asunto; al comprender las razones, podrás reducir la angustia y te resultará sencillo sentarte a conversar con sus hijos.
    Una de las razones por las cuales puedes sentirte incómodo al hablar de ciertos temas es porque, muchas veces, la cultura ha generado tabúes al rededor de ellos o porque producen emociones que no siempre los adultos saben manejar, como vergüenza, temor, frustración, y les preocupa mostrarse vulnerables ante los hijos.
    Frente a esto es necesario comprender que todos los seres humanos tienen emociones y es válido expresarlas, ello ayuda a que los hijos se sientan más cercanos a los padres y también se animen a expresarse. Otra razón para tratar de eludir ciertos asuntos es porque existe la idea de que al hablar de ellos podría incitar a los hijos a conductas que no se desean. Es fundamental tener claro que esto no es cierto, no van a exponer a los niños o jóvenes a situaciones de riesgo por tocar algún tema con ellos. Al contrario, les van a brindar herramientas con las que en caso de estar expuestos a estas situaciones, tengan mayor criterio para enfrentarlas.
    "No van a exponer a los niños o jóvenes a situaciones de riesgo por tocar algún tema con ellos"

    2. Pregunta primero qué saben ellos sobre el tema y entiende qué están preguntando.
    Una buena manera de iniciar la conversación es partir de escucharlos. Vale la pena enterarse primero de lo que conocen, lo que han oído decir a sus compañeros o por otras fuentes, con el fin de aclarar ideas erróneas y conocer las fuentes de las que están recibiendo información.
    Partiendo de sus inquietudes y sus conocimientos previos, será más fácil apuntar a la información que requieren de una manera clara y precisa, para no darles más de lo que necesitan en el momento y de lo que pueden procesar. Esto es muy importante con los niños más pequeños: a veces, las preguntas de ellos pueden ser diferentes de lo que los padres imaginan, por eso es importante repreguntarles a qué se refieren con la pregunta.
    3. Di la verdad.
    Siempre es clave decirles la verdad; sin embargo, debe ser adaptada a la edad y el nivel de comprensión de cada niño.
    Los padres deben ser honestos y claros, partir de sus propias creencias y valores, favorecer el reconocimiento de que todos los seres humanos son diferentes y promover la tolerancia, brindar un mensaje esperanzador y ayudarles a ver que siempre hay alternativas para enfrentar las situaciones difíciles.
    "Los padres deben favorecer el reconocimiento de que todos los seres humanos son diferentes y promover la tolerancia".

    4. Contesta toda las preguntas.
    Es muy importante que los hijos se sientan escuchados y tenidos en cuenta, que perciban que encuentran respuestas de los padres, esto asegurará que vuelvan a ellos siempre que tengan dudas y facilitará que puedan ser una fuente de apoyo para ellos.
    Si los padres evaden algunos temas o no les prestan atención, corren el riesgo de enviar el mensaje implícito de que algunos asuntos están vetados en casa y es mejor obtener respuesta por otras fuentes, con la posibilidad de que estas no brinden una información adecuada, responsable y segura.
    También es válido que si no se cuenta con la información apropiada cuando aparecen las preguntas, los padres manifiesten la necesidad de documentarse mejor y luego retomar la conversación.
    5. Siempre está abierto.
    Los padres deben estar abiertos a este tipo de conversaciones; las inquietudes en los hijos empiezan a manifestarse casi desde que aprenden a hablar, así que siempre deben mostrar disposición para ir abordando los temas que vayan surgiendo, eso les dará un mensaje positivo. También favorecerá que cuenten con la información que necesitan y que las situaciones no los tomen por sorpresa. Si los padres ven que no se suscitan preguntas, pueden aprovechar situaciones de la vida cotidiana para poner los asuntos sobre la mesa y explorar sus conocimientos y dudas.
    "También favorecerá que cuenten con la información que necesitan y que las situaciones no los tomen por sorpresa".
    Los temas difíciles
    La mayoría de las veces, a los padres les cuesta hablar de:
    • Rebeldía, permisos, amistades inconvenientes.
    • El cigarrillo, el alcohol y las drogas.
    • Las relaciones sexuales.
    • Los miedos.
    • La regulación de las redes sociales.
    • La ansiedad, el estrés.
    • El bullying.
    • La muerte y el suicidio.
    • Un divorcio.

    No hay comentarios.: