Problemas sexuales más comunes en la mujer

PhotoExperimentar algún trastorno sexual puede implicar desde dolor, pérdida de interés, desconexión,  no excitación y hasta dificultad en la respuesta orgásmica. 
Aunque hablar de asuntos relacionados con sexo pudiera ser complejo e incómodo para algunos, quienes deciden buscar ayuda suelen recibir terapia psicológica y sexual.

Karen Vázquez Chéverez, quien es psicóloga, educadora y terapeuta sexual, indica cuáles son esos trastornos sexuales  que comúnmente atiende, primero de manera individual y luego con la pareja. En esta ocasión, el enfoque es hacia las féminas. 
Desorden de interés sexual 
Esa baja en el deseo sexual de la mujer puede no necesariamente responder a un desorden hormonal, pues aunque las hormonas sí tienen efecto tanto en la mujer como en el hombre, estas no comandan el deseo sexual. Un 5% se debe a causas orgánicas, como por ejemplo, un efecto por tomar anticonceptivos o  antidepresivos. 
Básicamente, cuando la mujer o su pareja observa un cambio en el deseo sexual tienden a etiquetarlo como una enfermedad. No obstante, en muchas ocasiones las causas que predominan son referentes a la calidad de la relación de pareja. 
“En Puerto Rico tenemos una epidemia de casos de violencia doméstica. Lo vemos mucho en las relaciones de pareja, que han normalizado la violencia, se gritan, se insultan, se exijen sexo, se obliga al sexo y a prácticas sexuales que no van a la par con los principios de una parte o la otra, y terminan distanciándose sexualmente”, dice la experta.
Dispareunia
Este trastorno se traduce como dolor en la penetración. Cuando va a ser estimulada en una relación coital (pene-vagina), la mujer que sufre de esta condición se queja y reporta un dolor en la entrada vaginal. A veces el dolor desaparece una vez ocurre la penetración, pero otras veces no. 
“Ese dolor también puede deberse en un 5% por causas orgánicas, como lo son las infecciones recurrentes, puede responder a endometriosis dependiendo la severidad, pero también a que van a la relación coital demasiado rápido una vez comienzan en el juego erótico. La mujer no está excitada y, si no se excita, no lubrica y si no lubrica, cuando va a ser estimulada en la relación coital, entonces le duele”, explica Vázquez Chéverez.
En estos casos, por lo general, la fémina comienza a asociar el sexo con dolor y padece de ansiedad anticipatoria. De solo pensar de que va a tener sexo, ya le duele. Anticipa que esa relación sexual no  será placentera, sino que va a ser dolorosa. 
“Al estar centrada en el dolor, obviamente no se va a relajar ni a excitar ni disfrutar la sexualidad. Esto se puede prolongar por varios meses o hasta años. Típicamente, la mujer que reporta dispareunia al igual que la baja en el deseo, y que lo trata, pueden tener alguna prognosis.  Si tiene pareja, lo entramos al proceso para que entienda qué es lo que está pasando y las estrategias de cómo pueden erotizar su relación de pareja”, señala la educadora. 
Trastorno de excitación 
Este consiste en que la mujer no se excita. Tiende a ver el acto sexual más como una responsabilidad o compromiso por el cual hay que cumplir, y no como una actividad placentera. Cabe destacar que, regularmente, una mujer reporta una vida sexual placentera en el inicio y en los primeros años de la relación. Después, depende de cómo se vaya moviendo la relación en su totalidad, incluyendo la sexualidad, entonces es que se van dando estos indicadores. 
Según explica, cuando la mujer se excita lo primero que hace es lubricar, lo que resulta necesario para facilitar todo tipo de estimulación interna y externa. “Si la mujer va a recibir algún tipo de estimulación digital -entiéndase con los dedos- a nivel intravaginal, si va a tener la relación coital o si se va a usar algún juguete para uso intravaginal y la mujer no está lubricada, pues con toda probabilidad va a sentir esa resequedad. Obviamente, la mente se mueve hacia la sensación de incomodidad, ardor y quemazón, y no para la sensación placentera”, dice la psicóloga al observar que aunque el uso de lubricante artificial es recomendable, se debe atender la situación de raíz. 
Anorgasmia 
Consiste en que indistintamente de la estimulación, esta no reporta orgasmo. “Típicamente cuando lo comienza a experimentar tiene que ver con la relación de pareja, que ya cayeron en esa rutina y monotonía, que muy pocos la entienden y cómo ellos y ellas contribuyen para caer en esa monotonía”, asevera. 
Resaltó la terapeuta sexual que sobre el 72% de las mujeres no llega al orgasmo por penetración. “Esto lo han visto como algo negativo y no necesariamente es así. El hecho de que no se dé nos debe motivar para seguir explorando para bajar un poco ese por ciento. En muchas ocasiones la razón por la cual no se llega al orgasmo por penetración es que a la mujer se le educó para que delegara su sexualidad y placer sexual en su pareja. O sea, que es la pareja la que tiene que hacerde todo con la mujer para que ella responda de esa manera y no es así”.
Explica que si una mujer se ha apoderado de la sexualidad, ya sea porque desde pequeña le hablaron bien de la sexualidad, en la adolescencia y en la adultez temprana fue expuesta a material educativo, a charlas constructivas y no han tenido miedo con su sexualidad, estas reportan orgasmo por autoestimulación -entiéndase por masturbación-, además de que no tienen problemas con usar un juguete erótico ni de ser estimuladas de forma oral, coital o con los dedos. Estas tienden a ser bastante variadas y, más que todo, saben cómo provocarse la respuesta orgásmica.
“Una mujer que no tenga unos principios valores sexuales que no sea tan restrictivos va a asumir y a cambiar de posturas y va a pedir lo que quieren en el sexo. Otras van a denegarle eso a la pareja”, dice Vázquez Chéverez.
POCO COMUNES
Aunque no se ven con tanta frecuencia, no quiere decir que no existan.
Vaginismo
Pasa a ser una contracción involuntaria de la vagina, lo que imposibilita la estimulación intravaginal. Esta es una de las causas que llevan a la no reproducción. La mujer cuando va a solicitar servicios es porque quieren reproducirse y no han podido porque no ha habido la relación coital.
La mujer reporta ansiedad cuando va al juego erótico y de solo pensar y anticipar de que en algún momento va a venir la penetración, se asusta. Esto genera una contracción involuntaria y se imposibilita esa relación.  
“Los casos de vaginismo, a base de mi experiencia, tienen un denominador común y es que han sido personas que se han “preservado” para la relación matrimonial por asuntos de religión, de creencias. Preservarse para el matrimonio puede ser que te lleguen los 30 o 40 años. En el transcurso de esos años que no haya habido estimulación intravaginal, relación coital. Ya cuando se casan y van a la penetración, su vagina no puede recibir el pene. Estos casos, a base de mi experiencia, hemos tenido resultados muy positivos si la persona se involucra en el proceso. Es un proceso que se lleva de uno a uno, el terapista con la persona y luego integramos a la pareja", dice.
"Vamos a demitificar eso mitos que la están afectando. Trabajamos con el asunto de los principios de valores sexuales y morales y vamos como que rompiendo esa pared para que ella se dé permiso para la intimidad sexual a nivel coital".
Aversión sexual 
Significa que no quiere sexo. Siente aversión a la sexualidad y regularmente es hacia todo lo que es la sexualidad. Evitan los besos y las caricias porque anticipan que estos la van a exponer a otro tipo de intimidad sexual. Fuente: 
Shakira.Vargas Rodríguez/shakira.vargas@gfrmedia.com

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