Inventario para vivir en balance

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Vivir en balance debe ser una de las máximas de todo ser humano. Está comprobado que, para desarrollar nuestro mayor potencial como individuos, necesitamos cuidar de nosotros mismos, ya que, de no hacerlo, corremos el riesgo de sufrir problemas de salud serios.

“Cuando hablamos de vivir en balance, estamos hablando de que los seres humanos debemos tener este funcionamiento integrado de lo físico, lo emocional y lo espiritual, que pueda estar orientado a maximizar el potencial del cual todos somos capaces”, explica la doctora Sonia Cepeda, psicóloga y catedrática asociada de la Universidad Carlos Albizu. Esta añade que esto requiere de mantener una dirección con propósito, responsabilidad y compromiso.
“También hay un elemento de motivación y de estar consciente de lo que se está haciendo”, expresa la también hipnoterapeuta, quien aclara que estar en balance no significa la ausencia de crisis.
“Por el contrario, las crisis nos ayudan a volver a retomar el balance para funcionar adecuadamente en todas las áreas de la vida”, dice, al mencionar que es importante señalar que el plan de vida no debe estar escrito en piedra… “debe ser un flexible, que lo podamos cambiar si no funciona, viendo qué corresponde a nuestros valores, y a lo que creemos y queremos”, resalta.
Dimensiones del bienestar
De acuerdo con la doctora Cepeda, y para explicar la importancia del balance y cómo lograrlo, se han establecido unas dimensiones del bienestar a través de diferentes modelos. En general se mencionan: la salud emocional, la salud ocupacional o laboral, los aspectos físicos, los aspectos sociales, los aspectos intelectuales y cognitivos, y la espiritualidad.
“Podemos ver que las diferentes facetas de nuestra vida están dentro de estas áreas generales”, apunta la doctora Cepeda. De la misma manera, estos  aspectos se afectan por diversos factores y varían según la etapa de desarrollo o de vida en la que nos encontremos.
El ingrediente esencial
Para lograr ese balance, el ingrediente esencial es pasar un inventario de nuestra vida y experiencias. Si bien es probable que muchos de nosotros lo hacemos de manera automática y sin un propósito definido, la doctora Cepeda señala que este ejercicio es clave para vivir una vida plena, a pesar de los retos que podamos enfrentar.
“Lo mejor es que se haga a diario, pero puede ser una vez a la semana”, explica al detallar que hacer este inventario puede ser tan sencillo como hacer una evaluación de nuestro día antes de acostarnos y preguntarnos si fue cónsono con nuestras metas de vida y bienestar personal. “Esto nos va a ayudar a mantenernos conscientemente dentro de un plan”, añade. Aunque hay aspectos que no controlamos, hay otros en los cuales sí podemos tomar control y es ahí donde debemos enfocar nuestra atención.
Un proceso consciente
En todo este proceso, la motivación consciente, el “yo lo quiero hacer”, es esencial.
“Tenemos que, conscientemente, tener la motivación para detenernos y revisarnos para poder seguir, ver qué funcionó y qué no; ver cuáles son nuestras capacidades”, aduce la doctora Cepeda. En este aspecto, hay varias preguntas que nos debemos hacer como, por ejemplo: cuál es mi sentimiento de valía, cuál es mi sentido de control, son mis creencias  realistas o están construidas con unas expectativas falsas, cuánta conciencia tengo de mis emociones, cómo me manejo emocionalmente, cuáles son mis habilidades para la solución de problemas,  si soy creativo y si me estoy autocuidando, entre tantas otras.
“Este es un buen momento para hacer un inventario y lograr el balance de nuestra conciencia”, destaca.
¿Necesitas ayuda?
Depende. Si empiezas a hacer tu lista y te sientes frustrado, no puedes visualizar lo que quieres o este proceso genera emociones negativas intensas es recomendable que busques la ayuda de un profesional de la salud mental que te guíe.
Finalmente, la doctora Cepeda recomienda reconocer la sensación de  lograr pequeños cambios, poco a poco y día a día.
“Muchas veces, hay que romper las metas más grandes en metas más pequeñas que podamos realizar. Al final, todo es parte de una motivación interna y de reconocer que habrá dificultades en el proceso, pero con conciencia, bondad amorosa y autocompasión”, concluye. Fuente: Lucía A. Lozada/Pordentro.pr

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