El rol de las vitaminas y minerales

PhotoEn tiempos en que la mayoría de la población en Puerto Rico aún no tiene electricidad  en sus hogares, la probabilidad de que tengan una alimentación desbalanceada es bastante alta. Una situación que puede causar diversos problemas de salud a corto y  largo plazo
como deficiencias de vitaminas y minerales o hasta el descontrol de algunas dolencias  físicas  o emocionales.
“Ya debemos estar viendo un aumento de personas con alta presión debido a todo el estrés que ha generado el huracán, pero también al exceso de sodio en las comidas”, señala la nutricionista y dietista Vilma Calderón, educadora en diabetes y autora del libro Pierde peso y gana salud. 
Además destaca que también debe haber “un aumento en el descontrol de la glucosa en los pacientes con diabetes y una subida en el azúcar en sangre en la mayoría de las  personas aunque no tengan la condición”. Esto, debido a las comidas altas en carbohidratos y azúcar refinada que, en muchos casos, es la que ha estado disponible después del huracán María. 
De la misma forma, las deficiencias en vitaminas, particularmente del complejo B, causan irritabilidad y depresión, algo que se añade a la situación social que ya se vive en estos tiempos, resalta Calderón. Pero, además, la nutricionista dice que también se ha comprobado que periodos de mucho estrés pueden suprimir el sistema inmunológico, lo que propicia la pérdida de vitamina C a través de las vías urinarias. 
Dieta balanceada
En ese sentido, el uso de un suplemento multivitamínico que provea no más del 100 % de los requisitos diarios podría ser necesario, coincide la nutricionista Charmaine Alfonso, presidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Puerto Rico (CNDPR).
Sin embargo, enfatiza que los profesionales en nutrición y dietética siempre recomiendan tratar de cumplir los requisitos nutricionales con alimentos aun en estos momentos de emergencia.  Para eso propone el “plato huracanado”, con el “objetivo de poder consumir una dieta balanceada”.
Según lo describe, es un plato de nueve pulgadas dividido en cuatro porciones donde se deben incluir: frutas (china mandarina, guineo maduro, frutas enlatadas en su jugo, frutas secas, jugos 100 % y puré de manzana), lácteos bajos en grasas (leche evaporada, en polvo y UHT), cereales y farináceos (arroz, pasta o viandas, avena, cereales secos, panes y galletas integrales y plantillas integrales), vegetales enlatados (enjuagados o bajos en sodio)  y alimentos proteicos (almendras y nueces, atún en agua, granos enlatados, jamonilla de pavo, mantequilla de maní, pollo enlatado y salmón enlatado). 
“La forma correcta de obtener los nutrientes que el cuerpo necesita para estar saludable es a través de los alimentos, siguiendo una dieta variada, balanceada y que incluya todos los grupos de alimentos”, recomienda Alfonso. Pero si se va a usar un suplemento vitamínico, señala que  se debe tener en cuenta que las recomendaciones varían de acuerdo al sexo y al grupo de edad.
También es importante, indica por su parte Calderón, que al evaluar la selección de una multivitamina, te fijes  bien en los ingredientes y  evitar las que tengan colorantes, azúcar, compuestos químicos como el BHT o ingredientes modificados genéticamente, como el sirope de maíz, entre otros. 
“Siempre se debe estar pendiente a cómo el cuerpo responde con el consumo de algún suplemento ya que, en algunas personas, puede haber reacciones alérgicas y malestar gástrico debido a los ingredientes de la multivitamina”, advierte la nutricionista.
Recomienda que el suplemento vitamínico provea sobre el 80 % o el 100 % de las recomendaciones dietarias de cada nutrimento que aporte. “Debe también brindar los nutrimentos en las formas más efectivas o biológicamente activas para lograr la mayor absorción o utilización de las vitaminas y los minerales”, aconseja Calderón, tras mencionar algunos resultados positivos de la suplementación con ciertas vitaminas y minerales.
“Por ejemplo, el American Journal of Clinical Nutrition publicó un estudio con 900 participantes donde se demuestra que la suplementación con ácido fólico y B12 mejora el funcionamiento cognitivo y la memoria en mujeres y varones de edad avanzada”, sostiene Calderón. Señala que los ácidos grasos omega-3 también se están utilizando con buenos resultados en las etapas tempranas del alzhéimer y menciona que  minerales como el selenio y vitaminas como la C y D ayudan al fortalecimiento de la inmunidad.
La nutricionista dice que los suplementos vitamínicos deben tomarse con las comidas para que haya un efecto de sinergia entre los nutrimentos de los alimentos y el suplemento. “Puede haber una interacción positiva entre algunas vitaminas y minerales. Por ejemplo, la vitamina C aumenta la absorción del hierro de los alimentos en un 30 %. Los suplementos de calcio deben estar acompañados de magnesio y vitamina D para una mayor absorción y utilización del calcio”, explica Calderón, aunque advierte que también puede haber una interacción negativa. 
“Algunas mujeres embarazadas necesitan suplementar su dieta con hierro y calcio. Estos minerales no se pueden tomar juntos ya que uno cancela la acción del otro. Es mejor tomar el hierro con el desayuno o el almuerzo y el calcio con la cena o en la noche”, destaca.
De hecho,  también se debe tener en cuenta que un alto consumo de vitaminas, sin ningún tipo de supervisión, puede ser dañino. Por ejemplo, aunque la vitamina A es necesaria para la salud de la retina y de la piel, en niveles altos puede causar toxicidad y producir exfoliación de la piel, necrosis hepatocelular (daño del hígado por ingestión de compuestos químicos u orgánicos), problemas de alopecia, dolores musculares y de los huesos y dermatitis, entre otras afecciones. 
De la misma forma, aunque la deficiencia de vitamina D se relaciona con cáncer de seno y de colon, osteoporosis y fracturas patológicas, puede ocasionar niveles anormalmente altos de calcio y de fosfatos, daño renal y alteraciones mentales, si su consumo es alto. 
Mientras que el consumo desproporcionado de vitamina E —un potente antioxidante— está vinculado a un aumento en el riesgo de cáncer de próstata, un hallazgo que derribó la creencia de que tomar suplementos diarios de vitamina E podía reducir el riesgo de padecer este tipo de cáncer.
Deficiencias peligrosas
Las deficiencias severas de vitaminas y minerales pueden llevar a enfermedades y condiciones como: 
* Ceguera nocturna o problemas de visión en la noche debido a deficiencia en la vitamina A. 
* Pelagra es una enfermedad que causa demencia, depresión, diarreas y otros efectos por la baja de niacina (B3). 
* Osteoporosis, diabetes y ciertos tipos de tumores se asocian a la deficiencia de vitamina D. 
* La depresión es debido a deficiencias de ácido fólico y vitaminas del complejo B. 
n Supresión del sistema inmunológico y aumento de riesgo de ciertos tipos de cáncer,  por la carencia de selenio. 
n Susceptibilidad a infecciones, problema de memoria, impotencia y osteoporosis por el bajo nivel de zinc. 
n Anemia, disminución en la cantidad de glóbulos rojos o hemoglobina por la baja de minerales como el hierro o de vitaminas como el ácido fólico, B6 y B12.                      Fuente: Recopilado por El Nuevo Día

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