El sedentarismo afecta la calidad del sueño

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Por El Mercurio / GDA Según estadísticas, los trastornos del sueño afectan, con mayor proporción en las mujeres, al 63.2% de la población mayor de 15 años, independientemente del nivel educacional. Los expertos coinciden en que el principal problema es el insomnio, que puede sufrir hasta el 30% de la población en algún momento de su vida y que se da más en el sexo femenino.

La principal causa en el mundo, es la mala higiene de sueño, seguida por el insomnio asociado a patologías psiquiátricas con trastornos de ansiedad y del ánimo. Estas últimas explican el 50% de los casos de insomnio, asegura la doctora Mónica González, neuróloga del Centro del Sueño de Clínica Alemana.
Llevar una vida sedentaria ayuda poco a mejorar la calidad del sueño. Según explica la doctora Evelyn Benavides, neuróloga en Medicina del Sueño de Clínica Universidad de los Andes, el deporte es fundamental para mantener el ritmo de varias hormonas en el organismo que, junto a otras funciones, ayudan a mantener el ciclo de sueño-vigilia en rangos normales. Por eso, la hora en que se practique actividad física no es inocua: hacer ejercicio después de las 20 horas entrega al cerebro la señal de que tiene que estar despierto, lo que luego dificulta la capacidad de conciliar el sueño.
Además, agrega el doctor Enzo Rivera, neurólogo y director del Centro de Estudios del Sueño (CES) de Clínica Ciudad del Mar, la actividad física se vincula con la acumulación de metabolitos que le dan al cuerpo el mensaje de que necesita descanso, lo que también incide en que el sueño sea reparador. En cambio, quienes viven un estilo de vida sedentaria van perdiendo esta señal y ven una dificultad al sincronizarse con el momento en el que el cuerpo debiera dormir.
"El cansancio que produce la actividad física durante el día es una poderosa señal para ir a acostarse. Si somos sedentarios, no sentiremos la necesidad de irnos a dormir", explica.
Por último, no hay que olvidar que el sobrepeso suele asociarse con ronquidos nocturnos y con un sueño poco reparador. La doctora González recalca que la falta de ejercicio va generando un círculo vicioso en el que baja la actividad física.
"Con un sueño de mala calidad, disminuye nuestra energía para iniciar la actividad física, lo que conlleva un aumento de peso, trastornos del ánimo y otras patologías; que, en conjunto, van a incidir en una más mala calidad de sueño", acota.
Deporte y horarios
Antes de las 7:00 a.m.: practicar deportes vigorosos y activantes.
Después de las 7:00 p.m.: realizar solo actividades como natación, yoga o pilates. Finalizar con ejercicios de relajación.

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