Es común que las presiones económicas y del día a día, así como la rutina, terminen por enfriar la relación de pareja. Sin embargo hay ciertas señales que a veces pasan desapercibidas, pero que pueden servir como alertas para evitar un deterioro mayor.
“Eso lo vamos a dejar para cuando no encontremos una solución en concreto. Es necesario que paremos y le verbalicemos a nuestra pareja por qué yo no me estoy sintiendo cómoda o cómodo con eso, que no éramos así, que estamos perdiendo realmente la llama de lo que nos mantenía juntos y que no quiero que eso se termine”, señaló.
De esta forma, exhortó a los lectores a estar atentos al comportamiento de su pareja y a los cambios de conducta en la relación, y si ha habido una merma en las dinámicas que acostumbraban a tener juntos, llevarlo a discusión y comprometerse con retomarlas.
Alguna señales más notables son:
1. Cambios en la rutina de pareja- “Es bien importante que vigilemos los rasgos o las condiciones con las que nos encontramos todas las mañanas o todas las tardes. Por ejemplo, si antes al salir nos dábamos un beso '' 'apretao', como digo yo, y nos decíamos un te amo, y eso se va perdiendo porque ya el beso se convirtió en un beso de piquito, eso es una señal. Tenemos que ver por qué eso está pasando. Vamos a retomar la razón de ese beso”.
2. No sacar tiempo para estar juntos- “Si por las noches o por las tardes sacábamos cinco o 10 minutos, aun dentro del estrés que vivimos y nos bañábamos juntos, no necesariamente para tener relaciones sexuales, sino para compartir lo que pasó durante el día en el baño, y eso ya se está quedando atrás, ahí ya hay una señal”.
3. Falta de atención en la comunicación- “Cuando comenzamos a hablar con nuestra pareja en un tono más rudo o no ponemos atención a lo que nos está diciendo o a lo que inconscientemente nos está pidiendo, eso es una señal”.
4. Poca o ninguna actividad sexual -“Cuando tenemos este sinnúmero de signos o síntomas en la relación es bien importante que se sienten a comunicarse o busquen ayuda de un profesional externo para que comiencen a fortalecer de nuevo esta relación. Aquí el problema es que cuando la relación cae en la rutina y todos estos detalles se van obviando se abre una puerta a terceros y lamento decir que la costumbre es siempre decir: ‘este se fue’ o ‘aquella me lo llevó’. No, nadie se va y nadie me lo quita. Lamentablemente, dentro de mi condición de vivir en estrés y olvidarme de los detalles que hacen la gran diferencia en la relación, me olvidé y yo lo saqué o la saqué de mi casa”, sostuvo.
Del mismo modo, subrayó que si el enfriamiento en la relación ya impactó la intimidad, con una baja en la frecuencia y un cese total de la actividad sexual, es momento de buscar la ayuda de un especialista.
“Las señales que te estoy dando son las señales por donde se comienza a enfriar la relación. Cuando ya caemos en que no queremos o no nos interesa estar con nuestra pareja, ya ahí el problema es mayor. Ya ahí hay que salir corriendo a buscar ayuda porque la relación sexual es la que complementa la pareja”, sentenció. Fuente: Brenda I. Peña López brenda.pena@gfrmedia.com
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