Los efectos negativos de una relación violenta en los hijos

El desarrollo de los pequeños se ve alterado por la exposición a ambientes emocionalmente tóxicos. (horizontal-x3)Por La Prensa Gráfica/GDA Muchas madres o padres que viven en una relación violenta se podrían preguntar si esto afecta directamente de forma psicológica, o incluso física, a sus hijos. La psicóloga Dina Semsch comparte su postura: “Parto de un ejemplo y es que hay estudios que indican que los niños que están expuestos a violencia intrafamiliar (desde gritos hasta maltrato físico)
muestran la misma frecuencia de ondas en su cerebro que un soldado que se encuentra en el campo de batalla.
Agregando que durante la infancia nuestro cerebro es muy maleable y este tipo de situaciones lo marca e incide directamente en la formación”.
El periódico El País también señala que muchas personas intuyen que el daño será psicológico. Lo que en general se desconoce es que las secuelas pueden ser también de índole física, puesto que el desarrollo de los niños se ve alterado por la exposición a ambientes emocionalmente tóxicos
Estas consecuencias son, entre otros, problemas relacionados con el sueño y la alimentación, retraso en el crecimiento, síntomas psicosomáticos como asma, problemas de piel o, incluso, poca habilidad motriz.
Pero ¿realmente influye la relación violenta de los padres en que un hijo sea maltratador en el futuro? “Definitivamente sí influye. Usualmente, cuando hay violencia en nuestra familia, lo que sí aprendemos es el ciclo de la violencia, que se basa en abusar o maltratar al que por alguna razón consideramos el más débil. En base a esto, muchos niños aprenden a identificar al más débil de la situación y desquitarse por medio de maltratos, ya sea por los maltratos que ellos mismos reciben o de los cuales son testigos”, expresó Semsch. Asimismo, la psicóloga indicó que otro punto importante es que el hijo o hija puede convertirse en maltratador de forma inconsciente.
“Sin importar en qué dirección lo haga, la relación violenta entre los padres sí influye a sus hijos, pues les enseña que la violencia en normal o que están mejor porque su pareja es ‘menos’ violenta que sus papás, cuando simplemente no debería ser violenta. A su vez, les enseña que la violencia es una dinámica válida para comunicarse, para negociar, hasta que es una forma válida de demostrar que lo o la queremos y que nos importa”, explicó la psicóloga.
Soluciones
La gran solución es, idealmente, no tener una relación tóxica. “El escenario perfecto sería que buscaran ayuda para solventar la situación de abuso, ambas partes. Sin embargo, aun cuando los padres se encuentran en ocasiones recibiendo ayuda profesional, durante este período pueden surgir peleas, los niños no deberían enterarse de ellas, deberían ser a puerta cerrada y bajo ninguna circunstancia obligárseles a tomar partida por uno de los padres o usarlos como rehenes o monedas de canje. Es importante entender que en muchas ocasiones, cuando la relación de pareja es simplemente insostenible, esto no tiene que ver con sus relaciones padre-hijo. Si la pareja toma rumbos separados, las relación padre-hijo debe seguirse cosechando y no verse amenazada”, expresó Semsch.

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