Por The Associated Press/ Sao Paulo — La ex primera dama Marisa Leticia Lula da Silva, una presencia constante y firme al lado de su esposo Luiz Inácio Lula da Silva durante su ascenso a la presidencia de Brasil y en su reciente caída, falleció el viernes. Tenía 66 años.
Estaba hospitalizada en Sao Paulo desde el 24 de enero tras sufrir una apoplejía. El hospital donde se encontraba dijo en un comunicado que falleció a las 6:57 de la tarde hora local
poco después de que el exmandatario y los médicos indicaran que tenía muerte cerebral.Estaba hospitalizada en Sao Paulo desde el 24 de enero tras sufrir una apoplejía. El hospital donde se encontraba dijo en un comunicado que falleció a las 6:57 de la tarde hora local
En su página de Facebook, el ex gobernante confirmó la muerte de su esposa, a quien describió como "la primera dama eterna de Brasil". En varias fotografías se les ve juntos en el país, así como durante viajes y actividades oficiales.
Lula dijo que el sábado se efectuará un velorio en el Sindicato de Obreros Metalúrgicos, donde ambos se conocieron, en Sao Bernardo do Campo, un suburbio industrial de Sao Paulo.
La pareja, todavía enormemente popular, se vio inmersa en las investigaciones por corrupción que han sacudido a Brasil durante los últimos años.
En septiembre, Marisa Leticia Lula da Silva fue acusada de corrupción en un caso junto con su marido. La pareja y varias personas más fueron acusadas de beneficiarse de las renovaciones a un apartamento frente a la playa en la ciudad costera de Guaruja, en el estado de Sao Paulo. Los Lula rechazaron haber hecho algo ilegal.
Las mejoras al inmueble fueron realizadas por la constructora OAS, una de las empresas involucradas en la enorme confabulación de sobornos en la petrolera estatal Petrobras. Debido a la gigantesca pesquisa, decenas de políticos y ejecutivos empresariales fueron encarcelados en los últimos años.
Luiz Inácio Lula da Silva enfrenta cargos en cinco casos separados en relación con la investigación "Autolavado" por los sobornos en Petrobras, que según los fiscales alcanzaron miles de millones de dólares y que diversas compañías pagaron a cambio de lucrativos contratos.
Lula, que ha manifestado interés en postularse a la presidencia en 2018, rechaza que haya incurrido en irregularidades y sostiene que es un perseguido de sus enemigos políticos. Diversas encuestas señalan al ex mandatario como favorito para la contienda presidencial.
La hospitalización de la ex primera dama fue un motivo de unión en momentos de gran polarización política en el país de mayor tamaño en América Latina.
El presidente Michel Temer, que asumió el cargo el año pasado tras la destitución de la mandataria Dilma Rousseff, a quien Lula había escogido para que lo sucediera, visitó el hospital con el fin de expresar su solidaridad y condolencias.
El expresidente Fernando Henrique Cardoso, que antecedió a Lula y es su rival político, también fue al hospital.
El viernes en la noche, Temer declaró tres días de luto nacional, y diversos políticos de todas las tendencias elogiaron a la ex primera dama en las redes sociales.
Nacida Marisa Leticia Rocco Casa De Maraquinha, la esposa de Lula creció en San Bernardo do Campo, un municipio de Sao Paulo. En su adolescencia trabajó empacando chocolates en una fábrica hasta que quedó embarazada a los 21 años. Cuando su primer marido falleció, comenzó a laborar como inspectora escolar.
En 1973 conoció a Lula, que había perdido a su primera esposa durante un parto. Ambos se casaron al año siguiente y tuvieron cuatro hijos.
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