En más de una ocasión hemos podido escuchar esta frase. La ciencia demuestra que hay mucha verdad detrás de esta afirmación. Tener erecciones en situaciones no propicias, que provocan más incomodidad que satisfacción se deben a que realmente este órgano funciona en cierto modo de forma "independiente". Esto se produce porque el miembro responde al sistema nervioso simpático que no está siempre bajo control consciente
de ahí que muchas veces no ocurra de manera voluntaria o deseada.
De la misma manera que puede surgir la erección también puede ocurrir lo contrario. El estrés o el agua fría provocan una disminución de su tamaño y es que sin duda este órgano es un indicador del funcionamiento del sistema nervioso simpático. HoyVerde.com/ con información de: Agencias | Muy Interesante
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