La mensajería instantánea es parte del día a día, una de las formas de comunicación más comunes pero, como en cualquier otra, no todo vale. Es importante tener en cuenta ciertos detalles que aseguren la protección de los usuarios, de sus datos, de sus fotos, sus correos, y un sinfín de información que guardamos en nuestro teléfono móvil.
Coga es una aplicación de mensajería instantánea que certifica la seguridad y el anonimato de los usuarios y que no permite capturas de pantalla, pide aprobación de los usuarios, no accede a datos personales, encripta los mensajes y no almacena los datos. Para concienciar sobre los peligros de estas plataformas, ha elaborado una guía con cinco consejos en los que basarse a la hora utilizar aplicaciones de smartphone para comunicarse:
- Cuidado con los pantallazos: Muchas aplicaciones de mensajería instantánea permiten que los usuarios hagan pantallazos de las conversaciones sin notificar sobre ellos. Esto puede conllevar que la conversación no sólo sea con una persona sino que se extienda y llegue a terceros con el nombre y la fotografía del usuario incluida. Sacar de contexto afirmaciones o frases y enviarlas a las personas ajenas a la conversación puede suponer un grave problema para el usuario.
- Controlar la información en el perfil: En las aplicaciones de mensajería instantánea más populares no se puede filtrar por contactos a quién se muestra el estado y la imagen de perfil. Si se necesita tener una foto y un estado personalizado es importante saber que todos los contactos del teléfono podrán verla, es decir, todas las personas que estén en la agenda: compañeros de trabajo, caseros, jefes o incluso el fontanero llamado la semana pasada.
- Controlar quién puede contactar: Al igual que las personas que están en la agenda del usuario pueden ver su foto de perfil (en caso de no limitarla), todas las personas que tienen el número de ese usuario guardado entre sus contactos pueden escribirle, sin necesidad de que les acepte. Esto puede dar lugar a recibir mensajes inapropiados o incómodos sin consentimiento. Para tratar de esquivar esta situaciones, habrá que tratar de evitar que el número de teléfono no llegue a desconocidos o a cualquier persona que pudiese hacer un uso indebido de él.
- Tener en cuenta al receptor de los mensajes: Es imprescindible tener cautela con la información que enviamos, además por la sensibilidad de las vías de comunicación, por la persona a que se le envía ya que se desconoce quién puede tener acceso al dispositivo además de su receptor o si esta información podría generar algún tipo de malentendido. La seguridad en las aplicaciones es imprescindible pero el sentido común es igual o más importante.
- Toda seguridad es poca: cuando se elige una aplicación determinada para comunicarse es importante valorar las opciones que ofrece en temas de seguridad. La encriptación es básica, pero es importante recurrir a opciones que, además de cuidar la información que se envía, conserven el anonimato del usuario. De nada sirve la encriptación si la aplicación tiene acceso a toda la información del dispositivo.
Fuente: http://www.ideal.es