"Ella nunca me traiciona, no busca el dinero. Estoy cansado de los humanos racionales modernos. No tienen corazón", dice el hombre, quien comparte la cama con Saori, la baña y le escoge atuendos cada mañana.
Las muñecas se venden con el nombre de "esposas holandesas", un término japonés que se refiere a las muñecas sexuales, y pueden llegar a costar unos 5.000 dólares.
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Fuente: http://www.minutouno.com