Se despierta todos los días a las 2:30 de la mañana, medita, lee la biblia y se come un bagel con mantequilla de maní, claras de huevo hervidas y 16 onzas de agua, y desde entonces sale a correr 16 kilómetros por el parque, regresa a casa y toma un segundo desayuno.
Luego se ejercita 1 hora y 45 minutos en el gimnasio y después entrena a un grupo de personas mayores que alcanzan hasta los 89 años.
Bebe más agua, almuerza, luego dicta otra clase en el gimnasio, para luego irse a casa, cenar y beber claras de huevo crudas e irse a dormir a las 10:30 de la noche.
Este ritmo de vida le ha dado un cuerpo que muchos envidian y un reconocimiento mundial.
Nacida en Baltimore, Inglaterra el 16 de junio de 1936, es un ejemplo a seguir para personas de todas las edades que pueden aprender que nunca es tarde para desarrollar una pasión y alcanzar metas personales.
Aunque parece que lleva toda una vida dedicándose a tonificar y ejercitar su cuerpo, la verdad es que no empezó a hacerlo sino hasta sus 56 años, informó Inquisitr.
Empezó a hacerlo en compañía de su hermana Velvet, que al poco tiempo murió de una aneurisma cerebral. Aunque aseguró que al principio se sintió decaída y sin ganas de seguir, la situación la impulsó a seguir con su sueño de convertirse en fisicoculturista y entrenadora personal.
Con los años sus sueños se hicieron realidad y logró convertirse en una de las mujeres más admiradas por su dedicación y disciplina.