Por: Emol/GDA 1. Lo primero: Tu barba debe estar mojada Una de las claves para lograr un gran afeitado al ras sin irritaciones o sin cortes es que la barba esté mojada. ¿Por qué? El vello facial absorbe hasta un 30% de su volumen en agua. Y el pelo lleno de agua se vuelve más débil y, por lo tanto, más fácil de cortar. Una buena idea puede ser darte una ducha antes de afeitarte, para asegurar la hidratación necesaria. Si no puedes, lávate bien la cara, por varios minutos o simplemente pon agua tibia en una toalla pequeña y aplícala en tu rostro. Nunca uses agua fría o apliques productos a tu cara antes de mojarla.
2. Usa una buena crema de afeitar
Busca un producto que tenga una alta concentración de lubricantes, como siliconas e hidratantes. Las mejores cremas de afeitar crean un gel suave en la cara. Las que no son de tan buena calidad crean una espuma. Menos espuma es mejor porque tiene menos contacto con la piel. Un gel hará que la cuchilla se deslice cortando más suavemente, con menos roce y con menos desgaste para la rasuradora.
3. Cepillo para aplicar la crema es el mejor aliado
Los barberos lo usan y tienen un buen argumento: Una brocha para aplicar la crema de afeitar ayuda a levantar el pelo, para que la navaja llegue más cerca de la piel. Además, crea una capa de lubricante con el gel de afeitar que ayuda a evitar la irritación. Y, finalmente, ayuda a exfoliar (eliminar células muertas de la piel) Si no tiene una brocha, busca una que tenga un buen equilibrio entre la suavidad y la resistencia. Aplica la crema usando una brocha con movimientos circulares siempre terminando hacia arriba.
4. Usa una buena afeitadora o cambia las cuchillas periódicamente
No importa si tienes una rasuradora electrónica o una manual, hay cosas que son comunes. Invertir en un buen artículo es una buena idea y tu piel te lo va a agradecer. Por eso mismo debes cuidar siempre que las cuchillas estén en óptimo estado para evitar terminar dañando tu piel. Si usas afeitadoras manuales, dependiendo de la dureza de tu barba, cámbialas entre cada 5 y 8 afeitadas. Siempre, antes de empezar a cortar el pelo, asegúrate que se encuentran en buen estado, que tienen filo y no tienen mellas en el metal. Además, si quieres alargar la vida útil de tu afeitadora, siempre lávala luego de usarla y sécala sacudiéndola. Nunca, pero nunca uses una toalla. Luego simplemente guárdala lejos del polvo, del sol y de la humedad.
5. El error más común: No da igual cómo afeitarse
Los expertos en afeitado coinciden que la mejor forma de llevar a cabo este ritual es afeitar en la dirección en la que crece el vello. Comienza siempre por los costados, luego preocúpate del bigote y, sólo al final, avanza por el mentón. La "pera" tiene la barba más dura y, por lo tanto, si la dejas para después, te aseguras que absorba una óptima cantidad de agua y se humecte por más tiempo con la crema. Si, por el contrario, eres de los que prefiere afeitar en contra del sentido de crecimiento del pelo, efectivamente puedes conseguir un corte más al ras. Sin embargo, corres el riesgo de cortarte con mayor facilidad, o incluso arrancar el vello y terminar con un espacio sin crecimiento. Siempre deja que estos aparatos hagan el trabajo. No presiones demasiado. Si has seguido los pasos que te dimos, es decir, mojaste bien, usaste una buena crema con una brocha y tu afeitadora está en óptimas condiciones, una simple pasada debería bastar.
6. Si te gusta aún más al ras
Hay personas que no se conforman con una afeitada normal. Quieren que el pelo no se vea ni se sienta. Por lo mismo, una buena opción es repasar zonas en un mismo afeitado. Si lo vas a hacer -sabiendo que corres el riesgo de irritar tu piel- recuerda que debes volver a aplicar crema y dejar que ésta se asiente antes de pasar la afeitadora.
7. El afeitado no termina cuando se va el pelo
Luego de afeitar, la piel del hombre se vuelve muy vulnerable. Por eso, es el momento de enjuagarla muy cuidadosamente y aplicar un gel limpiador que tenga algún ingrediente antiséptico (como el árbol de té -tea tree-) y que sea astringente, para ayudar a cerrar los poros traumatizados por el proceso de afeitado. Cuando termines, enjuaga nuevamente con agua muy fría y sécate dando toquecitos con una toalla suave. ¡No te refriegues la toalla! Sólo da toques suaves para secar.
8. El "after shave" no es un truco publicitario
Afeitar puede remover una o dos capas de la piel. Sí... de la piel. Y esto es un proceso traumático para este órgano. Por lo tanto, es muy importante humectarla después de terminar. Una loción para después del afeitado que tenga ingredientes humectantes es una muy buena idea. Asegúrate de usar uno que esté hecho para hombres -son menos grasos, se absorben más rápido y tienen un acabado mate, es decir, no dejan la cara brillante-. En general, los humectantes diseñados para las mujeres son demasiado grasos para los hombres que, típicamente, tienen la piel más gruesa y grasa. Además, los buenos ‘after shave’ incluyen productos refrescantes que dan la sensación de frescura en la piel irritada.