En Francia ya han empezado a advertir de esa probabilidad, haciendo que los ciudadanos se planteen si les gustaría ver miles de fotos de su infancia disponibles en las redes sociales una vez que son mayores.
En el futuro, esas fotos podrían desembocar en casos de bullying o ser utilizadas por cibercriminales para usurpar la identidad de nuestro hijo, por ejemplo. Por ello, la protección de los menores a través de la aplicación estricta de las leyes de privacidad es muy necesario.
Aún es difícil determinar el alcance de las consecuencias reales de publicar esa cantidad de fotografías de los menores en las redes sociales, ya que su implantación es muy reciente, pero mantener el crecimiento cronológico de los niños en las redes sociales ha creado una preocupación sobre su derecho a la privacidad.
Según un estudio realizado por Nominet, revela que el 17% de los padres nunca ha comprobado su configuración de privacidad de Facebook, algo que muestra la importancia de la concienciación en estos términos. El informe señala además que los padres del Reino Unido publican cerca de 200 fotos de sus hijos en redes sociales al año.
Esto significa que un niño puede tener más de 1.000 fotos compartidas en redes sociales sin su consentimiento antes de cumplir los 5 años.
Fuente: http://www.ideal.es