Los investigadores realizaron un experimento con 84 adultos obesos que se prolongó durante 12 semanas. Los participantes fueron divididos en dos grupos asignados al azar. El primer grupo, tenía que consumir obligatoriamente 500 ml de agua antes del desayuno, del almuerzo y de la cena; todos los días durante 12 semanas. El segundo grupo representaba el conjunto de control. Una vez pasado el período de seguimiento, el grupo que bebió esta cantidad de agua media hora antes de las comidas aumentó su pérdida de peso en 1,3 kgs más en comparación con los que no bebieron nada de agua antes de ingerir alimentos (que perdieron un promedio de 0,8 kgs).
“La belleza de estos hallazgos está en la simplicidad. Sólo beber medio litro de agua, tres veces al día, antes de las comidas principales puede ayudar a reducir su peso”, explica Helen Parretti, líder del estudio.
Los expertos esperan ahora poder llevar a cabo un ensayo con una muestra más grande y también a más largo plazo para obtener una mejor comprensión de cómo la pérdida de peso se ve influenciada por la ingesta deagua antes de las comidas.
“La pérdida de unos pocos kilos de más en el transcurso de un año puede ser significativo para un individuo, y esto podría ser una manera fácil de ayudar con la pérdida de peso. Es un mensaje simple que tiene el potencial de hacer una contribución real a la salud pública”, aclara Parretti. Visto en: Muyinteresante.es