Se juntó todo. El dolor de espalda, las preocupaciones financieras, el montón de trabajo, la tristeza por sentir que su relación de pareja va en picada, la culpa al pensar que no dedica tiempo suficiente a sus hijos…y de repente ‘puff’ llegaron las 2:00a.m. y aquí estás desvelado con el celular en la mano leyendo noticias y dando refresh a Facebook.
No cabe duda que los hábitos de descanso se han alterado y antes de que se convierta en un problema mayor debes atenderlo.
Fatiga mental
A diario, la sicóloga clínica Glarybel Gorbea recibe en su oficina a adultos que enfrentan las consecuencias de un cansancio excesivo producto del desbalance en sus vidas. Dedican la mayor parte del tiempo a un trabajo exigente, estudios o cuido de otros. Muy poco o nada de espacio dedican a sí mismos, a cuidarse, evaluar sus acciones y determinar lo que quieren.
“La gente no grita cuando tiene estrés. Grita cuando ya les duele la cabeza, no duermen, sienten taquicardia o engordan. Es decir, empiezan a somatizar sus problemas emocionales”, explica la doctora Gorbea.
Otra consecuencia es la fatiga mental, sostiene el doctor George Fahed, especialista del sueño. Esta provoca un deterioro de funciones vitales para lidiar eficientemente con la rutina diaria. Entre ellas: concentración, memoria, creatividad y tolerancia, por mencionar algunas.
Sea cual sea el caso, generalmente las personas que están “para arriba y para abajo” tienen un requisito de descanso mayor, enfatiza Fahed. No significa que tengan que dormir más, si no que su sueño debe ser reparador.
La gran paradoja es que frente a tanto que hacer muchas personas no encuentran la forma de incorporar a sus vidas estos hábitos.
La gente sabe que tiene que descansar, pero no saben cómo.
Debes planificar y atender la situación.
Aquí algunas ideas que pueden servirte:
Establece prioridades y deja de ocupar tu tiempo en cosas poco productivas.
Determina en qué momento del día eres más productivo y sácale el jugo a ese tiempo.
Desconéctate de los aparatos electrónicos- Correcto. Al terminar de leer esta nota, apaga el celular, la tableta o la computadora.
Sal de la cama- Varios estudios médicos establecen que si te mantienes despierto en la cama por largos periodos, vas a estar enviando el mensaje equivocado a tu cuerpo. Vas a indicarle que ese lugar no es para dormir, sino para recostarse y aunque no lo creas la mente se puede acostumbrar a esto. Si no puedes dormir considera levantarte y hacer una tarea relajante y que no estimule. Es decir no te pongas a comer o a hacer ejercicios. Puedes escuchar música, leer o hasta darte un baño.
Busca maneras de relajarte- Busca un video de youtube con música relajante, baja una aplicación que te enseñe a respirar (son gratis)
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