Las 8 claves para evitar criar hijos frustrados

Por Carolina Palma F.
El concierto de Violetta, peluches Angry Birds o el famoso Tonka Chuck forman parte de los caprichos de los niños, y nosotros no somos capaces de negárselos. ¿Por qué? Porque los amamos tanto, que creemos que cumpliendo hasta sus pequeños deseos los fortaleceremos. Ni nos detenemos a pensar que estamos creando "pequeños monstruos", los nuevos sustentadores del consumismo, reforzados por nosotros y la publicidad. Para verificarlo, bastará ver este fin de semana las tiendas llenas de adultos casi peleando por ciertos juguetes, situación que normalmente se repite en Navidad.

Es rico darles todo, pero esta actitud provoca que, cuando no se puede, se frustran enormemente, más aún si no nos hemos preocupado de entregarles los valores necesarios. Misma consecuencia si no logran la mejor nota en una asignatura o ir a ciertos lugares. ¿Cómo ayudar a los niños a superar la frustración, dentro de una sociedad que no permite errores y que, más que nunca, les da todo? Raúl Carvajal, psicólogo de Clínica Santa María, nos entrega tips para que los ayudemos a enfrentar y superar este sentimiento que se relaciona con la imposibilidad de satisfacer una necesidad física o un deseo, y que causa mucho dolor si no se cuenta con inteligencia emocional.

"Como contexto es importante entender que vivimos un momento en nuestra sociedad en que la crianza se ha transformado en un espacio de alta ambivalencia, donde les exigimos a los niños que cumplan una serie de desafíos, casi como si fuesen pequeños adultos, mientras que por otra parte los sobreprotegemos, negándoles la posibilidad de experienciar y aprender a enfrentar y resolver", analiza el experto.

Y aclara que la frustración está siempre relacionada con las expectativas que tenemos y que, de una u otra manera, nos decepcionan. El problema es que sin darnos cuenta "cargamos" a nuestros hijos con un montón de labores que "deben" cumplir, pero que no están acordes con su etapa de desarrollo emocional, enseñándoles a frustrarse por muchos temas que la mayoría de las veces no les son propios.

1. El error es parte del aprendizaje

"Resulta de gran importancia entender que la equivocación y el error son fundamentales en cualquier aprendizaje. No podemos aprender algo sin equivocarnos, ya que toda pregunta sobre las cosas surge después de que éstas ocurren; por esto debemos entender que cuando el niño se equivoca es porque no sabe cómo hacer determinada cosa, y no para molestar a los adultos. Tenemos que quitarle la intencionalidad a la falla de los niños".

2. Experienciar v/s expectativas

"El experienciar, como su nombre lo dice, se relaciona con vivir la experiencia, con explorar, sentir, etcétera. Es necesario dejar que el niño experimente, sin estar centrados en los objetivos ni los logros, sino en el proceso. Esto le permite a los niños preguntarse, cuestionar, flexibilizar desde la expectativa que lo único que importa es el logro, por lo que todo se terminará evaluando, desde el lo conseguí o no, dejando afuera la riqueza del proceso".

3. Respetar etapas y capacidades

"Los seres humanos pasamos por distintas etapas, y cada cual nos ofrece posibilidades de hacer y lograr cosas, ya sea por el tipo de pensamiento predominante, las capacidades motoras o las experiencias acumuladas. Hoy la tendencia es a sobreestimular y adultizar a los pequeños, exponiéndolos a situaciones para las que no están preparados. Por ejemplo, las pruebas de ingresos a colegios, donde deben comportarse de una determinada manera y saber ciertas cosas que tal vez no han aprendido. Todo para ser ’aceptados’, como si estuviesen postulando a un trabajo, teniendo conversaciones de tipo hombre a hombre con niños de 4 años, que desde su estilo de pensamiento más concreto no podrán internalizar la abstracción de lo que se plantea.

Los niños son niños, y debemos ser respetuosos de esto; y el que sean niños significa que son inquietos, que sólo les interesa jugar y que hay cosas que no saben aún, porque no tienen por qué saberlas".

4. No a la sobreprotección

"Cada vez que yo caigo en conductas de sobreprotección, estoy enviando un mensaje contradictorio del tipo ’porque te quiero y te cuido, no confío en ti’. Esto inhibe la capacidad de explorar y conocer que manifiestan los niños y atenta contra su seguridad, por lo que terminan creyendo en el tiempo que no son capaces, que no pueden hacer ciertas cosas sin que este mamá o papá".

5. Hablar sobre los fracasos y errores parentales

"No sólo es importante aceptar los errores de nuestros hijos como parte de su proceso de aprendizaje; es necesario mostrarles que nosotros, como adultos, también nos hemos equivocado, y no pocas veces. Hacer este reconocimiento de nuestros fracasos les da a los niños la posibilidad de reconocer sus errores y fallas con mayor tranquilidad, entendido esto como un proceso normal, donde se puede volver a empezar una y otra vez y no pasa nada. Un padre ’perfecto’ no sólo es una mentira, sino también un factor de frustración permanente, porque como hijo siento que nunca llegaré a ser como él".

6. Evita tratar de realizarte a través de tu hijo(a)

"Esta es una conducta inconsciente muy común, que se disfraza detrás de frases como ’no quiero que pases lo que yo pasé’ o ’cuánto me hubiese gustado a mí tener la educación que te estamos dando’. Muchas veces queremos resolver nuestras frustraciones a través de la vida de nuestros hijos y desde ahí tratamos de influenciar sus decisiones, poniéndoles algunas trampas respecto a las lealtades, pues los niños eligen ciertas cosas porque mamá o papá quieren, y ellos ciertamente no los quieren decepcionar".

7. Poner límites claros

"Los niños necesitan límites claros; amorosos, pero claros. Si les dejo hacer lo que quieran sin establecer las reglas del juego entenderán que el mundo funciona de esta manera, y cuando descubran que la profesora, los compañeros y los amigos no hacen lo que ellos quieren, lo pasarán muy mal. El límite me da una medida para entender los distintos espacios de cada cosa y de cada relación; esto sin duda facilita mi contacto sano con el mundo".

8. Asumir la responsabilidad de sus actos

"Cada acto, cada conducta, tiene una consecuencia, positiva y también negativa. Entonces resulta importante que aprendan desde pequeños a asumir esa consecuencia. Es importante que los padres evitemos caer en la ’teoría de la mesa de centro’. ¿Cuál es? Esa que dice que cuando el niño está aprendiendo a caminar y se tropieza con la mesa de centro, alguno de los adultos presentes corre a consolar al niño, diciendo ’tonta mesa’, como si la culpa fuera de la mesa y no de la falla del niño. Es importante mostrarle que debe tener más cuidado, porque cada paso que da es su responsabilidad, para bien o para mal. Una persona responsable, independiente de su edad, es consciente de su participación en lo que hace, por lo que es muy difícil que se frustre".


Fuente:http://www.revistamujeres.cl/les-das-todo-a-tus-hijos-ocho-claves-para-evitar-ninos-frustrados/prontus_revistamujeres/2013-08-06/141439.html

No hay comentarios.: