La detención de este joven, de nacionalidad española, tuvo lugar el pasado día 25 de marzo por varios delitos, entre ellos, exhibicionismo y pornografía infantil. Al día siguiente del arresto, el 26, pasó a disposición del juzgado de Instrucción número 1 de Gandia.
Según han indicado a Europa Press fuentes del alto tribunal valenciano, en el momento del pase a disposición, la Policía Nacional no aportó al juez el vaciado del ordenador del joven, en el que supuestamente se encontraban los archivos y documentos gráficos que sirvieron para detenerle.
Sin esta documentación, la Fiscalía de Valencia no podía pedir la suspensión de un derecho fundamental como es la libertad, ya que únicamente contaba como indicio probatorio el atestado policial y ningún documento gráfico.
Como consecuencia, el titular del juzgado tuvo que dejar en libertad al joven, imputado en una causa que todavía se está investigando. Esta condición podría variar cuando la Policía aporte al órgano judicial toda la documentación de la que dispone. Asimismo, el arrestado tendrá que acudir periódicamente al juzgado, tal y como ha fijado el magistrado.
La Policía abrió una investigación por estos hechos el pasado mes de febrero, y detuvo al joven por un presunto delito de acoso sexual. Como consecuencia de este arresto, el juzgado de Gandia interesó abrir una investigación sobre los hechos.
Los agentes, tras tomar declaración a las menores y estudiar los informes solicitados sobre informática forense, sospechaban que el joven también podría haber incurrido en delitos de exhibicionismo, pornografía infantil y provocación sexual a menores.
Se hacía pasar por menor
Su modo de actuar, según la Policía, era siempre el mismo. En primer lugar, se hacía pasar por una menor para ganarse la confianza de las víctimas a través de la web 2.0 y, tras conseguir su amistad, les hacía propuestas de índole sexual, además habitualmente les mostraba imágenes con contenido pornográfico.En ocasiones llegó a captar fotografías de las víctimas mostrando sus cuerpos desnudos e intentó concertar encuentros físicos con ellas, propósito que nunca consiguió, según informó Jefatura en un comunicado. Los agentes realizaron un registro domiciliario en el que intervinieron un ordenador portátil y un teléfono móvil.
La Policía mantiene abierta la investigación para determinar el grado de ejecución de los delitos, así como para concretar el número de personas con las que el joven pudiera haber contactado a través de las redes sociales, que hasta el momento podría tratarse de aproximadamente 300 menores.
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