En su blog, el protagonista cuenta cómo fue la travesía que tuvo que atravesar para llegar a ese inaccesible tesoro de la humanidad.
"Para subir a la pirámide, nos quedamos cinco horas escondidos después de que se hubiera ido el último turista. Tiritábamos de frío", relata Marat, y agrega: "Trepamos por las losas de piedra de uno de los edificios más antiguos de la humanidad, mientras escuchábamos el eco de la oración en Giza y, sin darnos cuenta, estábamos en la parte superior".
Crédito foto: http://raskalov-vit.livejournal.com
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