Mujer compra por un par de pesos cuadro valorado en casi 100 mil dolares en un pulguero

La señora, residente de Virginia, se llevó la obra a su casa por par de pesos porque le gustaba el marco
La casa de subastas Potomack Company manejará la venta de la pintura de Pierre-Auguste Renoir encontrada en un pulguero.
Por BBC Mundo
Cuando una mujer del Valle de Shenandoah, en el estado de Virginia (Estados Unidos), compró un lote de objetos en un mercado de pulgas en su localidad, no podía adivinar que estuviera llevándose a casa una obra de arte valorada en miles de dólares.
Hace más de año y medio, la protagonista de esta historia, que manifestó su deseo de permanecer en el anonimato, pagó menos de US$50 por una caja en la que llevaba un muñeco de Paul Bunyan, una vaca de plástico y un cuadro. Ahora, el cuadro puede tener un valor entre $75,000 y $100,000.
En realidad, lo que más le llamó la atención fue el muñeco. En el cuadro se fijó por el precioso marco que lo contenía, al que pensó darle otro uso después.
Todos estos objetos estuvieron meses y meses en una gran bolsa blanca de plástico, sin encontrar destino, entre el garaje, la cocina y el auto de su dueña.
Un día, la mujer decidió hacer algo con el cuadro, y empezó a quitarle el lienzo. Su madre le pidió que esperara y que llevara la obra a algún experto para que le dijeran si tenía valor alguno.

Así lo hizo. El cuadro terminó en la casa local de subastas, Potomack Company, donde Anne Norton Craner, especialista de la empresa en arte y antigua investigadora del Museo Metropolitano de Arte, identificó la pintura como un trabajo original de Renoir llamado "Paysage Bords de Seine" (Una escena del río).
La obra data, aproximadamente, de 1879.
"La mujer trajo el cuadro, estaba muy emocionada, pero no sabía lo que tenía en sus manos. Abrió la bolsa e inmediatamente me pareció una obra auténtica", explicó Craner a la BBC.
"Es decir, lo sé por el color, ese color brillante, los rosas y los púrpuras. Además, Renoir es conocido por sus rápidas pinceladas. Y el color es muy importante tratándose de Renoir", agregó.
Craner sintió que era aútentico de forma instintiva.
Pero el instinto no lo es todo, y menos si se habla del mercado del arte.
Los mercados de pulgas pueden convertirse en el escenario ideal para que los falsificadores de obras de arte pongan en práctica sus trucos.
El cuadro tiene por detrás la típica etiqueta de los marchantes franceses, y en ella aparece el nombre del artista y el título de la obra.
Craner buscó por el título y encontró un cuadro con el mismo nombre en el catálogo de la obra del impresionista francés.
No sólo ella investigó la autenticidad de la pintura. Un estudio realizado en la Galería Nacional de Arte de Washington DC y la confirmación de un experto en Renoir, terminaron por satisfacer a Craner.
Lo que nadie comprende es cómo una obra de Pierre-Auguste Renoir pudo terminar entre muñecos y baratijas de un mercado de pulgas.
Se cree que el último dueño conocido del cuadro fue Herbert May, esposo de Sadie May, una coleccionista de arte de Maryland, benefactora del Museo de Arte de Baltimore.
Ahí se pierde la pista del cuadro, que no fue visto desde 1926, hasta ahora.
La subasta tendrá lugar el 29 de septiembre. La dueña del cuadro ni ha pensado en quedarse con él.
Lo único que tiene en mente es, si todo sale bien con la venta de finales de mes, invitar a su madre en un viaje a París, Francia, para visitar el Museo del Louvre.

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