Crédito foto: Reuters |
A esa velocidad, suficiente para viajar a cualquier lugar del planeta en poco menos de una hora, los sistemas de protección térmica y los materiales utilizados para cubrir la nave son absolutamente esenciales, pues la cubierta de cualquier vehículo que viaje en la atmósfera terrestre a 21.000 km/h alcanza los 2.000 grados Celsius, suficientes para derretir el acero, según informó la revista especializada Diálogo.
Esa potencia permite sólo un control limitado en el manejo del vehículo. Por eso, los ingenieros deben analizar la tecnología de una manera completamente diferente, pues necesitan considerar aspectos de aerodinámica, térmicos, de navegación y de control del aparato.
Con el Falcon 2, el Departamento de Defensa de los Estados Unidos busca desarrollar una tecnología capaz de responder amenazas provenientes de cualquier parte del planeta.
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