Cigarrillo y café: verdades y mitos

Los efectos de consumir cafeína y nicotina a primera hora del día, son más distintos de lo que se cree
Según un estudio, el cigarrillo “mañanero” es el más peligroso de todos los que se fuman al día.
Por Eugenio Frater / EFE REPORTAJES
“No puedo comenzar el día sin tomar una taza de café. Me ‘activa las baterías’ por la mañana y su aroma ya comienza a estimularme. Me levanta el ánimo. Es lo primero que hago, y no podría pasar sin tomármelo”, señala Luis, un entusiasta empleado de banca, de mediana edad.
Esther, una joven profesional de la publicidad que mantiene un intenso ritmo de vida durante todo el día, duerme con su paquete de cigarrillos en la mesita de noche y enciende uno poco después de que suena el despertador. “Me pone a funcionar, me lo pide el cuerpo. Lo necesito para comenzar bien”, afirma.
Para muchas personas fumar y tomar café por las mañanas son actos casi automáticos que consideran necesarios. No obstante, las investigaciones no siempre avalan los supuestos efectos de estas sustancias.
Contrario a lo que se cree, el primer café realmente no nos despierta tanto como percibimos. La adicción a la cafeína es tan fuerte que sus consumidores no obtienen un beneficio real con el primer café de la mañana, según un estudio británico.
Al investigar a 379 adultos con un consumo nulo/leve o medio/alto de cafeína y que no la tomaron durante 16 horas, los investigadores de la Universidad de Bristol comprobaron que los ‘café-adictos’ desarrollan una tolerancia a los efectos estimulantes de la cafeína, por lo que la sustancia sólo los devuelve a sus niveles básicos de alerta, pero no por encima.

La hora de la primera tacita
"Aunque los consumidores frecuentes se sienten despiertos al ingerir la cafeína por la mañana, esa sensación en realidad consiste en una inversión de los efectos fatigantes de la abstinencia aguda”, según los psicólogos.
Entonces ¿el verdadero estímulo, que perciben los consumidores de café, llegaría con la segunda taza de la mañana?
Los investigadores todavía no lo han averiguado, pero lo que sí saben es que “parte de la placentera excitación causada por la cafeína, podría provenir del leve aumento de la ansiedad que provoca”, ha señalado Peter Rogers, del departamento de psicología experimental de Bristol y director de la investigación.
De acuerdo a otro trabajo, el cigarrillo “mañanero” es el más peligroso de todos los que se fuman al día.
Los que suelen fumar inmediatamente al levantarse muestran niveles más altos de nicotina que quienes esperan hasta el desayuno para encender un cigarrillo, de acuerdo a un estudio de científicos de la Universidad de Penn State, en Estados Unidos, que midieron los niveles de un subproducto nicotínico que refleja el riesgo de desarrollar un cáncer pulmonar.
En cambio, las personas que suelen esperar para fumar media hora después de levantarse muestran niveles más bajos de esta sustancia química denominada cotinina, independientemente del número de cigarrillos fumados.
“Quienes fuman al levantarse, una conducta clasificada como de alta dependencia, deben emplear estrategias más intensivas que otros fumadores para dejar el hábito de forma sostenida o permanente”, ha asegurado el profesor Joshua Muscat, que dirigió el estudio.
Según los investigadores, el aumento del riesgo de cáncer no se debe al hecho de consumir un cigarrillo en la primera media hora, sino a que este comportamiento implica que quien necesita fumar rápidamente al comenzar el día presenta una fuerte dependencia psicológica y física del tabaco y fuma más cigarrillos.

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