Conoce detalles de este suceso astronómico Por Virginia Gómez / Especial para Por Dentro
Cuando alguna situación tiene pocas posibilidades de suceder decimos que es algo que puede ocurrir “una en un millón”. En inglés se dice Once in a Blue Moon, lo que equivale a “cuando la luna sea azul”. Por su rara frecuencia es precisamente por lo que se aplica el término de luna azul a la segunda luna llena que coincide en un mismo mes.
Por más de 400 años, las tradiciones folclóricas nórdicas han asociado lo raro o absurdo con el color azul. Así como contaban que la luna era de queso, también las canciones asociaron los infortunios románticos con la luna azul. Por eso se aceptó con naturalidad que en la edición de 1819 del Farmers’ Almanac, James Pruett adjudicara el calificativo de azul a la segunda luna llena que se produciría en un mismo mes. Así nació el término para un suceso astronómico que no tiene nada de negativo ni de anormal.
La culpa, si alguna, la tiene nuestro actual calendario gregoriano que debe ajustar los ciclos lunares. Algunos años tienen 13 lunas llenas en vez de las 12 repartidas entre los meses con 28, 30 y 31 días con los que se cuadran los 365 días del año.
Aun así, lo cierto es que los seres humanos de todos los tiempos hemos sostenido una relación mágica y sagrada con la luna. Nuestra luna, como el sol, juega un papel decisivo en las estaciones del año y, por consiguiente, en los horarios que rigen nuestras vidas. Como es la responsable de la gravedad de nuestro planeta, la luna afecta las mareas, la agricultura y hasta la fertilidad humana, según creencias milenarias.
¿Que si de verdad se verá azul esta luna llena? Solamente se ha visto la luna de color azul en tres incidentes históricos debido a la cantidad extraordinaria de polvo y particulados que diseminaron en la atmósfera: la erupción del volcán Krakatoa de Indonesia en el 1883; las lluvias torrenciales de la India de 1927 tras una intensa sequía; y los fuegos forestales de Canadá en el 1951.
Esta noche brillará la segunda luna llena de este mes de agosto, así que cualquier excusa servirá para festejar una luna azul que no volveremos a ver hasta julio del 2015.
Y con tanto polvo del desierto del Sahara como tenemos en nuestra atmósfera, quién sabe si la veremos azul….
Ritual mágico para los románticos y soñadores:
Cuando salga la luna, prepara una copa con agua fresca en un lugar de tu casa donde le dé su brillo. Elige una sortija que tenga un valor especial para ti. Lávala bien y colócala dentro de la copa de agua. A la medianoche (o el sábado por la mañana si te quedas dormido), con tu dedo índice derecho vas a revolver el agua tres veces en sentido de las manecillas del reloj. Concéntrate en un deseo y visualízalo realizándose. Toma la copa entre tus manos y gírala tres veces, también en el sentido de las manecillas del reloj, a la vez que repites: “Oh luz de luna, envuélveme, protégeme y líbrame del mal”. Eleva la copa hacia la luna y bebe el agua. Colócate la sortija que depositaste en la copa y llevala puesta todo el mes, hasta la próxima luna llena del 9 de sptiembre.
Esto es un ritual muy antiguo que puedes repetir en cada luna llena.
Por más de 400 años, las tradiciones folclóricas nórdicas han asociado lo raro o absurdo con el color azul. Así como contaban que la luna era de queso, también las canciones asociaron los infortunios románticos con la luna azul. Por eso se aceptó con naturalidad que en la edición de 1819 del Farmers’ Almanac, James Pruett adjudicara el calificativo de azul a la segunda luna llena que se produciría en un mismo mes. Así nació el término para un suceso astronómico que no tiene nada de negativo ni de anormal.
La culpa, si alguna, la tiene nuestro actual calendario gregoriano que debe ajustar los ciclos lunares. Algunos años tienen 13 lunas llenas en vez de las 12 repartidas entre los meses con 28, 30 y 31 días con los que se cuadran los 365 días del año.
Aun así, lo cierto es que los seres humanos de todos los tiempos hemos sostenido una relación mágica y sagrada con la luna. Nuestra luna, como el sol, juega un papel decisivo en las estaciones del año y, por consiguiente, en los horarios que rigen nuestras vidas. Como es la responsable de la gravedad de nuestro planeta, la luna afecta las mareas, la agricultura y hasta la fertilidad humana, según creencias milenarias.
¿Que si de verdad se verá azul esta luna llena? Solamente se ha visto la luna de color azul en tres incidentes históricos debido a la cantidad extraordinaria de polvo y particulados que diseminaron en la atmósfera: la erupción del volcán Krakatoa de Indonesia en el 1883; las lluvias torrenciales de la India de 1927 tras una intensa sequía; y los fuegos forestales de Canadá en el 1951.
Esta noche brillará la segunda luna llena de este mes de agosto, así que cualquier excusa servirá para festejar una luna azul que no volveremos a ver hasta julio del 2015.
Y con tanto polvo del desierto del Sahara como tenemos en nuestra atmósfera, quién sabe si la veremos azul….
Ritual mágico para los románticos y soñadores:
Cuando salga la luna, prepara una copa con agua fresca en un lugar de tu casa donde le dé su brillo. Elige una sortija que tenga un valor especial para ti. Lávala bien y colócala dentro de la copa de agua. A la medianoche (o el sábado por la mañana si te quedas dormido), con tu dedo índice derecho vas a revolver el agua tres veces en sentido de las manecillas del reloj. Concéntrate en un deseo y visualízalo realizándose. Toma la copa entre tus manos y gírala tres veces, también en el sentido de las manecillas del reloj, a la vez que repites: “Oh luz de luna, envuélveme, protégeme y líbrame del mal”. Eleva la copa hacia la luna y bebe el agua. Colócate la sortija que depositaste en la copa y llevala puesta todo el mes, hasta la próxima luna llena del 9 de sptiembre.
Esto es un ritual muy antiguo que puedes repetir en cada luna llena.
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