Oscar de la Renta celebra la vida

Trazos de sastre y ojo de artista definen la vida y carrera de este diseñador y filántropo, que hoy cumple años   
Por Rut N. Tellado Domenech /elnuevodia.com
Un vestido de tul blanco con falda de dos niveles marcó el inicio de Oscar de la Renta en el mundo de la moda. El diseño lo llevó puesto Beatrice Lodge, hija del entonces embajador de Estados Unidos en España, para su debut en sociedad en Madrid. El evento fue inmortalizado por la revista Life en su portada del 9 de julio de 1956.

De la Renta tenía 24 años y hacía apenas un lustro había llegado a la capital española procedente de su natal República Dominicana, con el objetivo de estudiar pintura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Allí, según Oscar, su entrada al diseño de modas empezó “por accidente”.
“Necesitaba generar un ingreso extra y empecé a hacer algunos bocetos para periódicos, revistas y casas de moda”, contó durante un entrevista publicada en la biografía Oscar: The Style, Inspiration and Life of Oscar de la Renta. “Los bocetos eran al estilo de lo que había visto en revistas y periódicos, nada muy logrado”.
Cuando decidió entrar de lleno en la industria, empezó a trabajar para diseñadores en el tope de sus carreras, como Cristóbal Balenciaga y Antonio Castillo, a quienes conoció gracias a amistades en común. La experiencia le permitió perfeccionar sus bocetos y adquirir el conocimiento en telas y alta costura que no obtuvo de la academia, pues nunca estudió diseño de modas.
Como dato curioso, De la Renta tuvo dos oportunidades de trabajar para Christian Dior. La primera data de 1959, cuando aprovechó unas vacaciones en Francia para mostrar sus bocetos a la jefa del estudio de Dior y fue contratado. Oscar prefirió ser asistente de Castillo en París, en parte porque no dominaba el francés.
En 1962, migró a Nueva York con el objetivo de incursionar en el diseño “ready-to-wear” y consigue sendas ofertas de empleo con Dior y Elizabeth Arden. Siguiendo el consejo de Diana Vreeland, entonces editora en jefe de la revista Vogue, empezó a diseñar una línea de ropa hecha a la medida para Arden. Esto catapultó su carrera y le ganó reconocimiento público, pues la línea llevaba su nombre: “Oscar de la Renta for Elizabeth Arden”.
En la Gran Manzana se casó con Françoise de Langlade, quien renunció a su empleo como editora de modas de Vogue en Francia para mudarse con él a Estados Unidos. Sobre su relación, Oscar resaltó en su biografía: “Por nuestros momentos felices y toda la gente que conocimos y se convirtieron en nuestros amigos, tengo que dar las gracias a Françoise”. Entre esas amistades estaban el escritor Truman Capote, el político Henry Kissinger, la periodista Barbara Walters y los duques de Windsor.
De la Renta logró tener su propia marca de ropa “ready-to-wear” en 1965, que inició de la mano de su colega Jane Derby. Desde entonces, su pasión latina por los colores vivos y su influencia europea florecieron en un estilo que colegas, críticos y admiradores destacan por su elegancia. Sus colecciones fueron reconocidas en 1967 y 1968 por el Coty American Fashion Critics’ Award y luego con otros galardones.
A finales de los años 70, De la Renta lanzó su primer perfume, evento que lo trajo a Puerto Rico en noviembre de 1979. También presentó un desfile de modas en el antiguo Centro de Convenciones, que ubicaba donde es ahora la Ventana al Mar, en Condado, según el diseñador boricua Nono Maldonado.
“Él pasa las piezas a perfección, impecables, y de momento se encontró a su llegada a Puerto Rico con que no tenía quién le planchara la ropa antes del desfile y me llamaron a mí. Estuvo muy simpática la dinámica de conseguirle planchadoras a Oscar de la Renta”, recordó Maldonado. “Me agradeció muchísimo. Es un hombre muy accesible y agradable”.
Durante su primera visita pública a la Isla, resaltó en entrevista con este diario que su padre Oscar, agente de seguros, era puertorriqueño, y que su abuelo Juan José Ortiz de la Renta, fue uno de los primeros alcaldes de Ponce. También contó que su padre fue a trabajar a Santo Domingo, donde conoció y se casó con su madre, María Antonia Fiallo.
De la Renta volvió a Puerto Rico 30 años después para presentar un desfile a beneficio de la Fundación Lucero, que ayuda a madres solteras de escasos recursos. El evento tuvo lugar en el en el Hotel Ritz Carlton, en Isla Verde, recordó la licenciada Gina Levis, presidenta de la Fundación.
“El compromiso de Oscar con las causas benéficas es grande”, sostuvo Levis al mencionar que éste fundó en 1982 La Casa del Niño, un orfanato y escuela que sirve a 1,200 niños en La Romana. También ofrece cuido de niños a madres trabajadoras de escasos recursos.
Poco después de fundar el orfanato, De la Renta adoptó en República Dominicana a su único hijo, Moisés, cuando éste era bebé. “Siempre digo que Moisés y yo nos encontramos en un momento en que ambos nos necesitábamos emocionalmente”, manifestó Oscar en su biografía. “En 1984, yo recién había perdido a mi primera esposa (Françoise murió de cáncer de seno) y pensaba que nunca me casaría de nuevo ni sería padre. Él cambió mi vida”.
Actualmente, el diseñador reside en Nueva York con su segunda esposa, Annette Mannheimer. Ambos dan rienda suelta a su pasión por la jardinería en su casa en Connecticut, pasan temporadas en su propiedad en Punta Cana y visitan Puerto Rico, donde reside una de las tres hermanas del diseñador, quien hoy celebra su cumpleaños 80, con la elegancia y estilo que lo caracterizan.

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