El inversor y filántropo asegura en una carta a sus accionistas que el tumor en la próstata «no es una amenaza para mi vida»
EFE
El multimillonario inversor y filántropo estadounidense Warren Buffett comunicó ayer a los accionista de su grupo de inversiones, Berkshire Hathaway, que la semana pasada le diagnosticaron un cáncer de próstata y que se someterá a tratamiento en verano, aunque no teme por su vida.
«La buena noticia es que los médicos me han dicho que no supone una amenaza para mi vida ni debilitará mi estado de salud de forma significativa», afirmó Buffett, de 81 años, en una carta enviada ayer a los accionistas.
A mediados de julio empezará un tratamiento de dos meses
El multimillonario detalló que comenzará a mediados de julio un tratamiento médico de dos meses por el que se someterá a sesiones de radioterapia a diario, periodo en el que se verá obligado a cancelar sus viajes, aunque no espera que afecte a su rutina diaria.
«Me siento estupendamente y con el nivel de energía al cien por cien», añadió Buffett, quien explicó que descubrió que padecía cáncer porque los médicos le detectaron un nivel de PSA inusualmente alto durante unos análisis de rutina.
«Si mi situación médica cambia lo comunicaré de forma inmediata a los accionistas. Lógicamente ocurrirá, pero creo que ese día todavía está demasiado lejos», concluyó el veterano inversor, el tercer hombre más rico del mundo según la revista «Forbes».
Conocido por su habilidad para comprar empresas en problemas y convertirlas en negocios muy rentables, Buffett ha prestado su nombre a una propuesta de ley que impulsa estos días la Casa Blanca para subir los impuestos a los millonarios.
Impuesto para los más ricos
El inversor levantó un gran revuelo cuando indicó que consideraba injusto que pagase menos impuestos que su secretaria, y desde entonces apoya al presidente de EE.UU., Barack Obama, en una propuesta que implica un aumento de impuestos para las rentas de más de 250.000 dólares al año y que afecta a un 2% de la población.
El multimillonario, nacido en Omaha (Nebraska), es conocido por su adhesión al valor de inversión y por su filosofía de austeridad personal, a pesar de su inmensa riqueza. En 2006 su sueldo anual fue de aproximadamente 100.000 dólares, cifra muy por debajo de altos ejecutivos de otras compañías. Es célebre por seguir algunas estrategias de inversión tales como que «nunca invierta en un negocio que no pueda entender, como tecnologías complicadas», que no se invierta en en Bolsa «si no puede ver caer un 50% de su inversión sin pánico», comprar compañías con buen historial de beneficios o ser temeroso «cuando otros son codiciosos y viceversa».
En los últimos tiempos ha creado un misterio alrededor de su proceso de sucesión, hasta el punto de que ahora que ya tiene un elegido pero ha decidido no hacerlo público.
Las acciones de clase A de Berkshire Hathaway, que terminaron la jornada en la Bolsa de Nueva York, que cerró con subida del 1,50%, reaccionaban a la noticia con un retroceso del 1,82 % en las operaciones electrónicas posteriores al cierre.
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