Cada vez son más los hombres que deciden pedir la mano de sus novias entre bombos y platillos
Por Mark Bosworth / BBC
Una propuesta de matrimonio es la más íntima de las ocasiones, pero últimamente en Reino Unido un creciente número de personas han optado por hacerlas públicamente.
La petición tradicional de casamiento solía ser un acto discreto.
Uno pensaría en un restaurante o en un apacible jardín. Cuando se hacía públicamente, cualquier testigo se sentiría ajeno al asunto.
Sin embargo, ahora una gran cantidad de videos en YouTube son testimonios de una ola de propuestas cada vez más elaboradas y muchas veces públicas.
Uno puede ver recopilaciones de peticiones en estadios de béisbol y baloncesto en EE.UU. Algunos personas crueles incluso se han dedicado a juntar los rechazos más rotundos.
Y la propuesta flashmob, una moda que posiblemente se originó en EE.UU. en 2009, es cada vez más popular en Reino Unido.
En noviembre de 2011, una propuesta matrimonial que incluyó la contratación de un coro dentro de un repleto tren londinense fue vista por millones de personas al ser publicada en YouTube.
Hay peticiones públicas de todo tipo. Un hombre optó por el espacio reducido de un avión, apoderándose del sistema de megafonía para pedirle la mano a su novia. Los demás pasajeros también quedaron contentos cuando la novia aceptó. Todos recibieron champaña gratis.
Propuesta a coro
El Coro Blossom Street ha participado en numerosas propuestas matrimoniales. Su directora, Hilary Campbell, señala que el costo de contratar al grupo oscila entre $600 y $3,000, añadiendo que se ha registrado un marcado aumento en la cantidad de personas que optan por hacer este tipo de peticiones.
El coro participó en la petición matrimonial de Jimmy Hill a su novia en Piccadilly Circus en el corazón de Londres entonado el tema (Your Love Keeps Lifting Me) Higher and Higher. Las 60 personas que asistieron también incluyeron amigos y cantantes aficionados que respondieron a un llamado en Facebook solicitando voluntarios.
Hill, de 22 años, se arrodilló bajo la mirada de la estatua de Anteros, el dios griego del amor correspondido que suele ser confundido con Eros. Josi Stanford, su novia por seis años, asintió sin dudar.
"Sabía que sería algo grande porque se como es él. Sin embargo no pensé que iba ser tran grande", señala Stanford.
Si bien esa particular destinataria dio el "sí", aunque lució cohibida, ese tipo de propuestas no es para todo el mundo.
"Uno quedaría emocionada o mortificada por algo como eso, dependiendo de lo sociable que sea como persona", dice Siobhan Craven-Robins quien se encarga de planificar bodas de celebridades.
Las propuestas públicas son parte de una creciente moda que se aleja de la tradición, sugiere Craven-Robins. Se extendió hasta Reino Unido donde las reglas del lugar para celebrar los casamientos se relajaron permitiendo que las parejas se unieran en sitios como castillos, hoteles y mansiones.
El aumento de expectativas que rodea los matrimonios de estos días ha llevado a que las personas sientan que sus propuestas también tienen que ser fuera de lo común, agrega.
"Estratagema" masculino
El sicólogo Glenn Wilson piensa que las propuestas matrimoniales públicas pueden ser a veces una treta por parte de los hombres.
"Es posible que algunos hombres piensen que incremente la presión sobre la mujer, aumentando su probabilidades de conseguir una respuesta positiva, que ella crea que realmente la ama si llega a tomarse tanta molestias y recurre a tales artimañas".
"Hay una presión social y pública tremenda para que la mujer diga que 'sí'", añade Wilson. "Si dice que 'no' públicamente es difícil modificar esa respuesta más tarde".
"Hay un peligro de que el hombre reciba la respuesta correcta por el motivo equivocado. Es una situación que la compromete".
Por su parte Jo Bryant, asesora en materia de etiqueta dice que las propuestas públicas deben ser adecuadas a la situación y la destinataria debe sentirse cómoda con la atención en público.
"Una propuesta pública que puede ser especialmente ruidosa, molesta o avergonzante para la gente que es testigo debe ser evitada".
Y no todo el mundo está impresionado con el largo historial en EE.UU. de hombres pidiendo la mano de sus novias durante el intermedio de espectáculos deportivos.
Rick Morrisey, un redactor deportivo del Chicago Sun-Times describe esas propuestas como "uno de los azotes de la sociedad moderna".
Negativa pública
A pesar de la presión de la situación, no todas las propuestas matrimoniales públicas resultan tal como fueron planificadas. En un partido de baloncesto de la liga profesional estadounidense, la NBA, la mujer dijo que "no" y fue abucheada por el público, mientras que el acongojado hombre tuvo que ser consolado por una gigantesca mascota de peluche.
El resultado se traduce en más munición para Youtube, tanto como lo generan las propuestas exitosas. Wilson dice que la gente se siente obligada a ver estos videos por la misma razón por la que miran los programas de reality en la televisión.
Georgia Tolley, editora de un blog sobre propuestas matrimoniales dice que algo como lo hecho por Hill en Picadilly Circus no hubiera funcionado para ella.
Tolley se comprometió hace seis meses y describió la propuesta de su novio como "muy encantadora, un momento muy privado".
Y ella considera que la moda no pegará de la misma forma como sucedió en EE.UU.
"A los estadounidenses le gusta más llamar la atención y son más extrovertidos y esa es una parte fantástica de su cultura. Aquí en Reino Unido no veo que la gente participe de la misma manera. He visto algunas de las grabaciones y las chicas simplemente parece que se quieren caer al piso".
"Uno se va a casar y habrá muchas oportunidades de restregar el amor de uno en la cara de la gente y de decir 'miren, somos fantásticos, somos perfectos, somos una pareja increíble'. Uno no necesita bombos y platillos. Es un momento muy genial como es".
La petición tradicional de casamiento solía ser un acto discreto.
Uno pensaría en un restaurante o en un apacible jardín. Cuando se hacía públicamente, cualquier testigo se sentiría ajeno al asunto.
Sin embargo, ahora una gran cantidad de videos en YouTube son testimonios de una ola de propuestas cada vez más elaboradas y muchas veces públicas.
Uno puede ver recopilaciones de peticiones en estadios de béisbol y baloncesto en EE.UU. Algunos personas crueles incluso se han dedicado a juntar los rechazos más rotundos.
Y la propuesta flashmob, una moda que posiblemente se originó en EE.UU. en 2009, es cada vez más popular en Reino Unido.
En noviembre de 2011, una propuesta matrimonial que incluyó la contratación de un coro dentro de un repleto tren londinense fue vista por millones de personas al ser publicada en YouTube.
Hay peticiones públicas de todo tipo. Un hombre optó por el espacio reducido de un avión, apoderándose del sistema de megafonía para pedirle la mano a su novia. Los demás pasajeros también quedaron contentos cuando la novia aceptó. Todos recibieron champaña gratis.
Propuesta a coro
El Coro Blossom Street ha participado en numerosas propuestas matrimoniales. Su directora, Hilary Campbell, señala que el costo de contratar al grupo oscila entre $600 y $3,000, añadiendo que se ha registrado un marcado aumento en la cantidad de personas que optan por hacer este tipo de peticiones.
El coro participó en la petición matrimonial de Jimmy Hill a su novia en Piccadilly Circus en el corazón de Londres entonado el tema (Your Love Keeps Lifting Me) Higher and Higher. Las 60 personas que asistieron también incluyeron amigos y cantantes aficionados que respondieron a un llamado en Facebook solicitando voluntarios.
Hill, de 22 años, se arrodilló bajo la mirada de la estatua de Anteros, el dios griego del amor correspondido que suele ser confundido con Eros. Josi Stanford, su novia por seis años, asintió sin dudar.
"Sabía que sería algo grande porque se como es él. Sin embargo no pensé que iba ser tran grande", señala Stanford.
Si bien esa particular destinataria dio el "sí", aunque lució cohibida, ese tipo de propuestas no es para todo el mundo.
"Uno quedaría emocionada o mortificada por algo como eso, dependiendo de lo sociable que sea como persona", dice Siobhan Craven-Robins quien se encarga de planificar bodas de celebridades.
Las propuestas públicas son parte de una creciente moda que se aleja de la tradición, sugiere Craven-Robins. Se extendió hasta Reino Unido donde las reglas del lugar para celebrar los casamientos se relajaron permitiendo que las parejas se unieran en sitios como castillos, hoteles y mansiones.
El aumento de expectativas que rodea los matrimonios de estos días ha llevado a que las personas sientan que sus propuestas también tienen que ser fuera de lo común, agrega.
"Estratagema" masculino
El sicólogo Glenn Wilson piensa que las propuestas matrimoniales públicas pueden ser a veces una treta por parte de los hombres.
"Es posible que algunos hombres piensen que incremente la presión sobre la mujer, aumentando su probabilidades de conseguir una respuesta positiva, que ella crea que realmente la ama si llega a tomarse tanta molestias y recurre a tales artimañas".
"Hay una presión social y pública tremenda para que la mujer diga que 'sí'", añade Wilson. "Si dice que 'no' públicamente es difícil modificar esa respuesta más tarde".
"Hay un peligro de que el hombre reciba la respuesta correcta por el motivo equivocado. Es una situación que la compromete".
Por su parte Jo Bryant, asesora en materia de etiqueta dice que las propuestas públicas deben ser adecuadas a la situación y la destinataria debe sentirse cómoda con la atención en público.
"Una propuesta pública que puede ser especialmente ruidosa, molesta o avergonzante para la gente que es testigo debe ser evitada".
Y no todo el mundo está impresionado con el largo historial en EE.UU. de hombres pidiendo la mano de sus novias durante el intermedio de espectáculos deportivos.
Rick Morrisey, un redactor deportivo del Chicago Sun-Times describe esas propuestas como "uno de los azotes de la sociedad moderna".
Negativa pública
A pesar de la presión de la situación, no todas las propuestas matrimoniales públicas resultan tal como fueron planificadas. En un partido de baloncesto de la liga profesional estadounidense, la NBA, la mujer dijo que "no" y fue abucheada por el público, mientras que el acongojado hombre tuvo que ser consolado por una gigantesca mascota de peluche.
El resultado se traduce en más munición para Youtube, tanto como lo generan las propuestas exitosas. Wilson dice que la gente se siente obligada a ver estos videos por la misma razón por la que miran los programas de reality en la televisión.
Georgia Tolley, editora de un blog sobre propuestas matrimoniales dice que algo como lo hecho por Hill en Picadilly Circus no hubiera funcionado para ella.
Tolley se comprometió hace seis meses y describió la propuesta de su novio como "muy encantadora, un momento muy privado".
Y ella considera que la moda no pegará de la misma forma como sucedió en EE.UU.
"A los estadounidenses le gusta más llamar la atención y son más extrovertidos y esa es una parte fantástica de su cultura. Aquí en Reino Unido no veo que la gente participe de la misma manera. He visto algunas de las grabaciones y las chicas simplemente parece que se quieren caer al piso".
"Uno se va a casar y habrá muchas oportunidades de restregar el amor de uno en la cara de la gente y de decir 'miren, somos fantásticos, somos perfectos, somos una pareja increíble'. Uno no necesita bombos y platillos. Es un momento muy genial como es".
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