La Policía caribeña detuvo a tres personas, una de ellas una antigua socia, relacionadas con el asesinato de Antonio Crespo
La fuente no precisó el lugar del hallazgo, sin bien dijo que tuvo lugar pasadas las 17.00 hora local (21.00 GMT) y que ya informaron a la familia de la víctima.
El cadáver del empresario, que será repatriado en los próximos días a España, fue encontrado horas después de que la Policía dominicana informara de la detención de tres personas, entre ellas una española, que confesaron su participación en el asesinato de Crespo. El empresario fue visto con vida por última vez el pasado 29 de marzo, según dijeron sus familiares en España.
Los detenidos son la española María Isabel F.G., de 39 años, antigua socia del extranjero en un restaurante Playa Bávaro, en el este del país caribeño, y los dominicanos Oswaldy M. T. y Yonson R. P. alias «el Flaco».
La mujer admitió, según indicaron las mismas fuentes, que cometió el crimen en una fecha no precisada por encargo de un compatriota, a quien rehusó identificar, y quien le había prometido diez millones de pesos (unos 256.000 dólares) por la muerte de Crespo, de los cuales le adelantó 40.000 pesos (poco más de 1.000 dólares).
Le asfixiaron con una bolsa de plástico
De acuerdo con el mismo relato, la detenida dijo que planificó la muerte de su compatriota junto a Oswaldy M. T., quien atacó a palos a Crespo cuando éste se encontraba sentado en un sofá en la casa de la mujer, en un residencial de Bávaro.
Por su parte, Oswaldy M.T. indicó a la Policía que el hombre sobrevivió al ataque y que la mujer lo colocó una bolsa de plástico en la cabeza del empresario hasta provocarle la muerte por asfixia.
Para sacar el cadáver de Crespo de la casa de la española Oswaldy M.T. pidió ayuda a Yonson R.P., quien confesó que, a su vez, solicitó el apoyo de otros dos hombres -actualmente prófugos- para hacer «desaparecer» el cadáver.
El cuerpo de Crespo, según el relato de los detenidos, fue trasladado en su propio vehículo, que posteriormente fue encontrado con restos de sangre en Hoyo de Friusa, en la zona de Playa Bávaro.
La Policía, que busca a los otros dos hombres, encontró también manchas de sangre en la casa de la mujer detenida, así como un palo y una bolsa plástica presuntamente usados en el crimen.
Otras dos personas, que aparentemente alertaron sobre el suceso a la Policía, fueron investigadas y luego excluidas del caso, aunque tendrán que declarar en calidad de testigos.
Un hijo del desaparecido precisó ayer en Madrid que su padre llevaba unos diez años viviendo en la República Dominicana y que la principal sospechosa, María Isabel F.G., es una antigua socia de un restaurante de Playa Bávaro.
Agregó que el primer negocio que su padre montó en la República Dominicana fue de importación y exportación que duró algunos años, y que después decidió abrir un restaurante en Playa Bávaro con la ahora detenida, quien, según su hijo, le debía dinero.
Hace unos meses, según sus declaraciones, decidió trabajar en un negocio que importa vinos españoles y venderlo por la zona de Playa Bávaro-Punta Cana.
Actualmente vivía en la ciudad turística de Higüey, capital de la oriental provincia dominicana de La Altagracia, con un ingeniero español, que fue quien puso la denuncia de desaparición el pasado sábado día 31, al no regresar a la vivienda que compartían.
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