¿Por qué les da tranquilidad a muchos?
El futuro es una preocupación milenaria.
Por la Redacción de El Mercurio
Dice una vieja leyenda que un rey, que se caracterizaba por su carácter benevolente, les pidió a sus sabios que escribieran una frase que le sirviera en todos los momentos de la vida, en las buenas y en las malas, en la victoria y en la derrota. Los sabios se reunieron y justo antes de la batalla, le entregaron la frase que solo debía leer en un momento de adversidad. Durante la guerra, el rey tirado en el campo de batalla recordó el papel que le habían entregado los sabios y lo abrió buscando consuelo. La frase rezaba “Esto también pasará”.
Si hay algo cierto en la vida, es que los seres humanos estamos en constante cambio, esto es una verdad biológica, y ante tan angustiante realidad, es el pensamiento mágico el que nos puede salvar de la incertidumbre. ¿Pero qué quiere decir esto? Pues bien, es el concepto que cobija los horóscopos, los oráculos, el tarot y cualquier tipo de disciplina de la adivinación, y lo que pretende es devolvernos el control de las cosas que creemos que no lo están y nos proporciona la tranquilidad de poder prepararnos para lo que viene, haciendo así que nuestras vidas diarias tengan sentido.
Precisamente de eso habla el estudio reciente hecho por el neurólogo Matthew Hutson con relación al poder que este tipo de pensamiento tiene en las personas. En otro estudio hecho en la Universidad de Colonia acerca de la superstición que se les atribuye a los amuletos, encontraron que a quienes les entregaron una bola mágica pudieron desempeñar retos de memoria con más facilidad, por ejemplo. ¿A qué se debe esto? Simple, el pensamiento mágico les devuelve la confianza y la seguridad a los seres humanos.
Como se sabe, esta práctica de adivinación no es precisamente nueva en el mundo, por el contrario, los oráculos fueron el consejero más consultado por los reyes y emperadores de la antigüedad. El futuro es una preocupación milenaria y hoy todavía lo sigue siendo. Por eso, la revista especializada Social Psychological and Personality Science, arrojó un estudio en donde se determinó que todos queremos tener el control de nuestro destino, pero no todos lo queremos de la misma manera, y la línea divisoria la traza la cultura y costumbres en las que se fue educado.
Es así entonces como en Occidente se prefiere el control primario es decir, la habilidad de hacer que tu medio se adapte a ti, mientras que en Oriente se inclinan por el control secundario que supone la habilidad de adaptarte al medio. En otras palabras, en este lado del mundo preferimos conocernos mejor a nosotros mismos porque esto nos dará las herramientas para usar nuestras propias habilidades, mientras que los chinos prefieren tener información de los demás porque esto les permitirá adaptarse, y encajar mejor y más fácilmente.
Cualquiera que sea la forma, creer en el pensamiento mágico no es un rasgo de ignorancia. Como dice Hutson, todos tenemos creencias en algún nivel de nuestro inconsciente, y no es para menos, es lo que le da sentido a el caótico universo que nos rodea.
Si hay algo cierto en la vida, es que los seres humanos estamos en constante cambio, esto es una verdad biológica, y ante tan angustiante realidad, es el pensamiento mágico el que nos puede salvar de la incertidumbre. ¿Pero qué quiere decir esto? Pues bien, es el concepto que cobija los horóscopos, los oráculos, el tarot y cualquier tipo de disciplina de la adivinación, y lo que pretende es devolvernos el control de las cosas que creemos que no lo están y nos proporciona la tranquilidad de poder prepararnos para lo que viene, haciendo así que nuestras vidas diarias tengan sentido.
Precisamente de eso habla el estudio reciente hecho por el neurólogo Matthew Hutson con relación al poder que este tipo de pensamiento tiene en las personas. En otro estudio hecho en la Universidad de Colonia acerca de la superstición que se les atribuye a los amuletos, encontraron que a quienes les entregaron una bola mágica pudieron desempeñar retos de memoria con más facilidad, por ejemplo. ¿A qué se debe esto? Simple, el pensamiento mágico les devuelve la confianza y la seguridad a los seres humanos.
Como se sabe, esta práctica de adivinación no es precisamente nueva en el mundo, por el contrario, los oráculos fueron el consejero más consultado por los reyes y emperadores de la antigüedad. El futuro es una preocupación milenaria y hoy todavía lo sigue siendo. Por eso, la revista especializada Social Psychological and Personality Science, arrojó un estudio en donde se determinó que todos queremos tener el control de nuestro destino, pero no todos lo queremos de la misma manera, y la línea divisoria la traza la cultura y costumbres en las que se fue educado.
Es así entonces como en Occidente se prefiere el control primario es decir, la habilidad de hacer que tu medio se adapte a ti, mientras que en Oriente se inclinan por el control secundario que supone la habilidad de adaptarte al medio. En otras palabras, en este lado del mundo preferimos conocernos mejor a nosotros mismos porque esto nos dará las herramientas para usar nuestras propias habilidades, mientras que los chinos prefieren tener información de los demás porque esto les permitirá adaptarse, y encajar mejor y más fácilmente.
Cualquiera que sea la forma, creer en el pensamiento mágico no es un rasgo de ignorancia. Como dice Hutson, todos tenemos creencias en algún nivel de nuestro inconsciente, y no es para menos, es lo que le da sentido a el caótico universo que nos rodea.
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