Durante un altercado en un concierto en Los Angeles
Según la demandante, se sintió humillada por las agresiones de los guardaespladas de Johnny Depp. (AP)
Por Bang Showbiz
El popular actor Johnny Depp asistió el pasado diciembre a un concierto de Iggy Pop en el Hollywood Palladium de Los Ángeles, y según alega en su denuncia Jane Doe, Depp ordenó a sus guardaespaldas que la echaran cuando intentaba volver a su asiento en la zona VIP.
Según su declaración, a la que ha tenido acceso E! News, la trataron de tan malas maneras que hasta se le descolocó la ropa, se le salieron los zapatos y las medias, enseñando sus nalgas a los asistentes.
La mujer también afirma que el actor y los miembros de seguridad se acercaban y cuchicheaban entre ellos mientras la miraban y Depp era quien llevaba la voz cantante dirigiendo en todo momento sus movimientos.
La demandante -profesora de la Universidad de Medicina de California en Irvine - asegura también que le arrancaron el teléfono de las manos, y que se sintió humillada con todas esas agresiones.
El actor de 48 años, así como el Hollywood Palladium, se enfrentan a una lista de denuncias que van desde ofensas y negligencias, agresión y privación ilegítima de libertad; hasta estrés emocional y prácticas discriminatorias en la designación de asientos.
Según su declaración, a la que ha tenido acceso E! News, la trataron de tan malas maneras que hasta se le descolocó la ropa, se le salieron los zapatos y las medias, enseñando sus nalgas a los asistentes.
La mujer también afirma que el actor y los miembros de seguridad se acercaban y cuchicheaban entre ellos mientras la miraban y Depp era quien llevaba la voz cantante dirigiendo en todo momento sus movimientos.
La demandante -profesora de la Universidad de Medicina de California en Irvine - asegura también que le arrancaron el teléfono de las manos, y que se sintió humillada con todas esas agresiones.
El actor de 48 años, así como el Hollywood Palladium, se enfrentan a una lista de denuncias que van desde ofensas y negligencias, agresión y privación ilegítima de libertad; hasta estrés emocional y prácticas discriminatorias en la designación de asientos.
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