¿Urgencia por un hijo?

Muchos desean criar niños antes de los 35
 Por El Mercurio / GDA

“Hola, soy soltera y profesional. No busco ninguna relación, mi mayor anhelo es ser madre, por eso necesito a un hombre equilibrado, sano, medianamente atractivo, en completa libertad de decidir si quiere ser padre o donante solidario. Escribe y lo conversamos”, dice el ‘post’ de Mary en un sitio de buscar pareja.
Mary es la imagen clásica de la urgencia de muchas mujeres que, pasados los 35 años, no tienen hijos y observan aterradas cómo su reloj biológico corre a la detención. Ahí comienza la angustia por quedar embarazadas, lo que puede llevar medidas como este aviso en Internet,
La soledad ha sido considerada una de las razones más comunes tras esa urgencia por ser madres. Así lo confirma la psicóloga Susana Reyes quien da diversas razones para este estado, ya sea que la familia no es lo suficientemente acogedora con ellas, o los padres fueron muy violentos durante la infancia.
Agrega que a esto se suman las malas experiencias en relaciones sentimentales, motivo que les impide crear un lazo lo suficientemente fuerte con otra persona como para engendrar.
Ha agudizado el fenómeno el hecho de que las jóvenes postergan la maternidad por un “mejor yo posible”, es decir, un perfeccionamiento profesional extendido. Y cuando ello alcanza un tope, las mujeres sienten que dejaron algo pendiente y creen que el amor puro de un niño cambiará las cosas.

Una fractura emocional
Junto a estas profesionales, están las mujeres que no fueron madres en la misma época que sus amigas y por esto se sienten incómodas en cada reunión donde los temas a hablar son pañales, fórmulas y los colegios.
Ahí es donde se produce la fractura emocional: ¿Por qué yo no? se preguntan cuando ven a una amiga que queda embarazada o sabe de adolescentes madres solteras.
Según explica la psicóloga caen en un cuadro depresivo producto de la culpa y “entonces se ponen muy ansiosas, al punto que puede transformarse en un problema de fertilidad”.
Muchas también se sienten frustradas porque estando en pareja no han podido ser madres y además, sus maridos las han obligado a dejar su vida profesional. Esta demanda puede generar problemas en la pareja porque a veces hay un tema económico de por medio, o de metas personales y los hombres, como no tienen tan internalizada la idea de la maternidad, están menos preparados, como explica la psicóloga Jimena Otero. Agrega que muchas veces los hombres ni siquiera se dan cuenta de las señales urgentes que les envían sus parejas.
El deseo de quedar embarazada es un asunto delicado a nivel de las emociones y hay que tomarlo con calma.

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