La condena contra el estado chileno se produjo tras establecer que la Justicia de ese país discriminó a la juez Karen Atala al quitarle la custodia de sus tres hijas en mayo de 2004 por ser homosexual y vivir con su pareja.
“El Estado es responsable por la violación del derecho a la igualdad y a la no discriminación”, señala la sentencia que el tribunal internacional, con sede en Costa Rica, adoptó de forma unánime.
“Es una decisión histórica porque, por primera vez en la región, un organismo internacional determina que la Justicia no puede discriminar ni por orientación sexual ni por identidad de género a la hora de resolver las custodias de los menores de edad", señaló Jorge Contesse, ex director del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales y abogado de Karen Atala.
El fallo causó un gran revuelo en el país, ya que el caso de Atala despertó el interés de la opinión pública hace casi 10 años. El padre de las niñas, Jaime López, solicitó a los tribunales chilenos en enero de 2003 que le concedieran la custodia de las menores de cinco, siete y nueve años. Argumentó que su mujer era lesbiana y que su convivencia con una mujer produciría daño a sus hijas.
Un año después, en enero de 2004, la Corte Suprema transfirió la custodia definitiva al hombre. Para justificar su decisión, la máxima instancia judicial chilena señaló que las niñas estaban expuestas a una eventual confusión de papeles sexuales si seguían habitando el mismo hogar de su madre y de su pareja, la historiadora Emma de Ramón.
"Es evidente que su entorno familiar excepcional se diferencia significativamente del que tienen sus compañeros de colegios y relaciones de la vecindad en que habitan, exponiéndolas a ser objeto de aislamiento y discriminación que igualmente afectará a su desarrollo personal", indicaba además el fallo de la Corte Suprema.
Sin embargo, el padre se refirió en duros términos a la sentancia internacional, argumentando: "¿Cómo es posible que en un juicio internacional se considere víctimas a tres de mis hijas, e incluso en su nombre se pidan indemnizaciones por los supuestos daños que se les provocaron?".
Quien también habló sobre el tema fue el portavoz de la Corte Suprema, el magistrado Jorge Rodríguez, quien se refirió ayer al caso Atala y a la decisión que en su momento tomó la Justicia chilena de quitarle la custodia de sus tres hijas. “Yo creo que no hubo discriminación. El fallo se centró no tanto en la opción sexual, sino en las posibilidades de riesgo de las niñas”, explicó el juez del máximo tribunal del país.
“El Estado es responsable por la violación del derecho a la igualdad y a la no discriminación”, señala la sentencia que el tribunal internacional, con sede en Costa Rica, adoptó de forma unánime.
“Es una decisión histórica porque, por primera vez en la región, un organismo internacional determina que la Justicia no puede discriminar ni por orientación sexual ni por identidad de género a la hora de resolver las custodias de los menores de edad", señaló Jorge Contesse, ex director del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales y abogado de Karen Atala.
El fallo causó un gran revuelo en el país, ya que el caso de Atala despertó el interés de la opinión pública hace casi 10 años. El padre de las niñas, Jaime López, solicitó a los tribunales chilenos en enero de 2003 que le concedieran la custodia de las menores de cinco, siete y nueve años. Argumentó que su mujer era lesbiana y que su convivencia con una mujer produciría daño a sus hijas.
Un año después, en enero de 2004, la Corte Suprema transfirió la custodia definitiva al hombre. Para justificar su decisión, la máxima instancia judicial chilena señaló que las niñas estaban expuestas a una eventual confusión de papeles sexuales si seguían habitando el mismo hogar de su madre y de su pareja, la historiadora Emma de Ramón.
"Es evidente que su entorno familiar excepcional se diferencia significativamente del que tienen sus compañeros de colegios y relaciones de la vecindad en que habitan, exponiéndolas a ser objeto de aislamiento y discriminación que igualmente afectará a su desarrollo personal", indicaba además el fallo de la Corte Suprema.
Sin embargo, el padre se refirió en duros términos a la sentancia internacional, argumentando: "¿Cómo es posible que en un juicio internacional se considere víctimas a tres de mis hijas, e incluso en su nombre se pidan indemnizaciones por los supuestos daños que se les provocaron?".
Quien también habló sobre el tema fue el portavoz de la Corte Suprema, el magistrado Jorge Rodríguez, quien se refirió ayer al caso Atala y a la decisión que en su momento tomó la Justicia chilena de quitarle la custodia de sus tres hijas. “Yo creo que no hubo discriminación. El fallo se centró no tanto en la opción sexual, sino en las posibilidades de riesgo de las niñas”, explicó el juez del máximo tribunal del país.
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