Whitney Houston "De la gloria a la muerte"

El deceso de la cantante conmociona al mundo artístico en la víspera de la entrega de los premios Grammy.
/ The Associated Press
Por NEKESA MUMBI MOODY
LOS ÁNGELES - Whitney Houston, que reinó como la monarca de la música pop hasta que su majestuosa voz e imagen real fueron destrozadas por el consumo de drogas, un comportamiento errático y un tumultuoso matrimonio con el cantante Bobby Brown, murió ayer a los 48 años.
Su publicista Kristen Foster informó que la cantante había fallecido, pero se desconocía la causa. Fue encontrada en su habitación del cuarto piso del Beverly Hilton, en Beverly Hills, y declarada muerta a las 3:55 p.m.
Entre sus éxitos en las décadas de 1980 y 1990 están “How Will I Know”, “Saving All My Love for You” y “I Will Always Love You”.
“Estoy absolutamente destruido por la noticia de su fallecimiento”, dijo el productor musical Quincy Jones en declaraciones escritas. “Siempre lamenté no tener la oportunidad de trabajar con ella. Era una artista realmente original y un talento sin comparación. La extrañaré terriblemente”.
Ganó múltiples premios Grammy, entre ellos álbum del año. Pero al final de su carrera las drogas le pasaron la factura, su voz se volvió rasposa y enronquecida y las ventas de sus discos se desplomaron.
La noticia de la muerte de Houston se dio en la víspera de la gran noche de la música -la entrega de los premios Grammy. En ese escenario fue una vez la reina absoluta y su muerte seguramente ensombrecerá la ceremonia de hoy. Su mentor durante largo tiempo, Clive Davis, celebraría anoche su concierto y cena anual; no estuvo claro de momento si procedió con sus planes.
Cuando estuvo en la cúspide, Houston fue la chica dorada de la industria musical. Desde mediados de 1980 a fines de 1990, fue una de las artistas que más discos vendió en el mundo. Alcanzaba la admiración de sus audiencias con sus interpretaciones únicas y poderosas, que al parecer no requerían esfuerzo alguno de su parte y que tenían sus raíces en las iglesias de la raza negra, pero que agradaban a todo público por su estilo de pop brillante.
Su éxito la condujo de la música al cine, donde protagonizó películas taquilleras como “The Bodyguard” y “Waiting to Exhale”. Tenía la voz perfecta y la imagen perfecta: una cantante portentosa, sexy pero nunca abiertamente sexual, quien siempre mantenía una compostura correcta.
Influenció a toda una generación de cantantes más jóvenes, desde Christina Aguilera a Mariah Carey, quien comenzó su carrera cantando de una manera tan similar a Houston que muchos pensaron que era ella.
Pero hacia el final de su carrera, Houston se convirtió en una advertencia viviente sobre el peligro del abuso de drogas. Las ventas de sus álbumes se desplomaron y los éxitos comerciales cesaron; su imagen una vez serena se destrozó por su comportamiento alocado y por extrañas presentaciones en público. Confesó que abusaba de la cocaína, la marihuana y las pastillas, y nunca pudo volver a alcanzar las altas notas que la caracterizaron en su mejor momento.
“El demonio mayor soy yo. Soy mi mejor amiga o mi peor enemiga”, dijo Houston a Diane Sawyer, de la cadena ABC, en una infame entrevista en 2002 con Bobby Brown, quien para entonces era su esposo, a su lado.
Fue una caída trágica para una de las superestrellas que más discos vendió en toda la historia de la industria musical, con más de 55 millones de discos vendidos solo en Estados Unidos.
Houston parecía haber nacido ya en el seno de la grandeza. Era la hija de la cantante gospel Cissy Houston, prima de la diva pop de la década de 1960 Dionne Warwick y ahijada de Aretha Franklin.
Houston comenzó a cantar de niña en la iglesia. En su adolescencia cantó coros para Chaka Khan, Jermaine Jackson y otros, además de trabajar como modelo. Fue hacia esta época que el magnate de la música Clive Davis la vio cantar por primera vez.
“La primera vez que la oí cantando en una presentación de su madre en un club... fue un impacto enorme”, dijo Davis a “Good Morning America”
“Escuchar a esta jovencita inyectarle ese fuego a una canción... me puso los pelos de punta”, agregó.
Poco tiempo después, el resto de Estados Unidos experimentó la misma sensación. Houston grabó su primer álbum en 1985, titulado “Whitney Houston”, que vendió millones de copias y tuvo un hit tras otro: “Saving All My Love for You” le granjeó su primer Grammy, por mejor interpretación femenina pop. “How Will I Know”, “You Give Good Love” y “The Greatest Love of All” también se convirtieron en éxitos.

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