Otto Pérez Molina será el nuevo presidente de Guatemala

El general retirado, del conservador partido Patriota, triunfa con su promesa de «mano dura» contra la delincuencia
AFP
Otto Pérez Molina celebra la victoria con sus seguidores  Cuando ya se han computado más del 97 por ciento de las mesas electorales, el candidato del conservador Partido Patriota, Otto Pérez Molina, suma el 54 por ciento de los votos, frente al 46 por ciento de Manuel Baldizón. De este modo, el general retirado es virtualmente el futuro presidente de Guatemala. Al igual que en la primera vuelta, este balotaje tuvo un récord histórico de participación, con casi 4.400.000 papeletas depositadas para un censo de 7.300.000 electores.
Guatemala elegía ayer nuevo mandatario para intentar salir de una pobreza que afecta a más de la mitad de la población de un país sumido en la debilidad institucional y la violencia del narcotráfico, al límite de convertirse en un Estado fallido. La acción contundente contra la delincuencia fue el eje de las propuestas electorales tanto de Pérez Molina como de Baldizón, un empresario millonario y populista que, como candidato de Libertad Democrática Renovada (Lider), llevaba incluso en su programa la instauración de la pena de muerte.
En sus primeras declaraciones tras conocer la victoria, Otto Pérez Molina se mostró «contento y motivado por la respuesta de los guatemaltecos». «Me emociona, me motiva, pero reconozco el grado de responsabilidad que tengo para darles respuesta y no defraudarlos. Haré mi mayor esfuerzo para lograr lo que prometimos, para lograr la paz y la seguridad que tanto necesita Guatemala. Trabajaremos por que haya más plazas de trabajo y desarrollo».
Pérez Molina, quien ya perdió unas presidenciales en 2007 ante Álvaro Colom, nació en 1950 en Ciudad de Guatemala y estuvo tres décadas al servicio de las Fuerzas Armadas de su país. Titular de una Maestría en Política y Relaciones Internacionales, está casado con la maestra Rosa María Leal y es padre de dos hijos.
Acusado –sin pruebas concluyentes– de violaciones de los derechos humanos en el Ixil, una las regiones indígenas más conflictivas del país, el «comandante Tito», su apodo durante el conflicto civil guatemalteco, fue determinante para el relevo en 1982 del golpista José Efraín Ríos Montt y para evitar la ruptura constitucional tras el «autogolpe» en 1993 del presidente Jorge Serrano. Como general le tocó negociar y firmar la paz con la guerrilla en diciembre de 1996, tras 36 años de guerra civil.
La vicepresidencia de Guatemala la ocupará a partir de enero de 2012 una mujer, Roxanna Baldetti.

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