Cuando lo que cuesta es engordar
Por la Redacción de El Mercurio
Quienes consultan a los nutricionistas lo hacen generalmente porque, por un tema de salud o aspecto físico, necesitan bajar de peso. Sin embargo, también hay excepciones y aunque cueste creerlo sí existen individuos para quienes su mayor problema es ser demasiado flacos, por lo que visitan a los especialistas para que los ayuden a engordar.
Para muchos, esto puede parecer un sueño hecho realidad: poder comer sin preocupación, en lugar de tener que restringirse hasta con el alimento más insignificante. Sin embargo, la situación no es tan fácil, ya que como afirma Nicole Levy, nutricionista, quienes tienen bajo peso sufren de la misma manera que aquellas personas con sobrepeso. "Sobre todo la población masculina", agrega la especialista.
Lo mismo opina María Luisa Hervia, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, quien incluso afirma que los flacos muchas veces lo pasan más mal que los gordos. "Les cuesta mucho subir. Logran recuperar peso, pero lo bajan muy rápido", sostiene.
Si de porcentajes se trata, Nicole Levy afirma que del total de pacientes que llega a su consulta, aproximadamente un 3% corresponde a individuos que necesitan engordar. De ellos, la mayor parte son hombres, específicamente adolescentes, que recurren a un especialista no porque sufran alguna enfermedad, sino que debido a que están descontentos con su apariencia física, por lo que "quieren subir de peso y además aumentar su masa muscular con actividad física".
María Luisa Hervia añade que en el caso de las mujeres el hecho de no engordar está asociado a un asunto de belleza y las que consultan lo hacen básicamente por un tema de salud, es decir, cuando su bajo peso les ha provocado una baja de defensas, se enferman más, etc. A esto se suma el hecho de que se aprovechan de su facilidad para no engordar y no llevan una alimentación adecuada. "Es decir, nunca se han preocupado de la alimentación como para que el tema de no engordar lo hayan transformado en algo saludable", explica la especialista.
La directora de la Escuela de Nutrición y Dietética no duda en afirmar que quienes son demasiado flacos son pacientes difíciles, ya que cuesta mucho hacerlos subir de peso. En estos casos, explica por su parte Nicole Levy, el tratamiento consiste en darles una pauta de alimentación saludable con una dieta que aporte todos los nutrientes, a la vez que se aumenta el consumo de proteínas.
Especial preocupación se pone en el tema de los horarios. "Deben consumir alimentos mínimo cada cuatro horas", señala María Luisa Hervia, quien agrega que como generalmente son personas que comen en baja cantidad, las comidas deben ser de alta densidad energética, es decir, pequeños volúmenes, pero altos en calorías, proteínas, etc.
Eso sí, no se trata de que coman todo lo que se les ponga poder delante. Por el contrario, la idea es no aumentar la ingesta calórica proveniente de carbohidratos y de grasas, para así cumplir con el objetivo de subir de peso de manera saludable. "Se puede comer de todo pero medido. No se permite sólo preferir alimentos calóricos para lograr el aumento de peso", dice Nicole Levy.
Para muchos, esto puede parecer un sueño hecho realidad: poder comer sin preocupación, en lugar de tener que restringirse hasta con el alimento más insignificante. Sin embargo, la situación no es tan fácil, ya que como afirma Nicole Levy, nutricionista, quienes tienen bajo peso sufren de la misma manera que aquellas personas con sobrepeso. "Sobre todo la población masculina", agrega la especialista.
Lo mismo opina María Luisa Hervia, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética, quien incluso afirma que los flacos muchas veces lo pasan más mal que los gordos. "Les cuesta mucho subir. Logran recuperar peso, pero lo bajan muy rápido", sostiene.
Si de porcentajes se trata, Nicole Levy afirma que del total de pacientes que llega a su consulta, aproximadamente un 3% corresponde a individuos que necesitan engordar. De ellos, la mayor parte son hombres, específicamente adolescentes, que recurren a un especialista no porque sufran alguna enfermedad, sino que debido a que están descontentos con su apariencia física, por lo que "quieren subir de peso y además aumentar su masa muscular con actividad física".
María Luisa Hervia añade que en el caso de las mujeres el hecho de no engordar está asociado a un asunto de belleza y las que consultan lo hacen básicamente por un tema de salud, es decir, cuando su bajo peso les ha provocado una baja de defensas, se enferman más, etc. A esto se suma el hecho de que se aprovechan de su facilidad para no engordar y no llevan una alimentación adecuada. "Es decir, nunca se han preocupado de la alimentación como para que el tema de no engordar lo hayan transformado en algo saludable", explica la especialista.
La directora de la Escuela de Nutrición y Dietética no duda en afirmar que quienes son demasiado flacos son pacientes difíciles, ya que cuesta mucho hacerlos subir de peso. En estos casos, explica por su parte Nicole Levy, el tratamiento consiste en darles una pauta de alimentación saludable con una dieta que aporte todos los nutrientes, a la vez que se aumenta el consumo de proteínas.
Especial preocupación se pone en el tema de los horarios. "Deben consumir alimentos mínimo cada cuatro horas", señala María Luisa Hervia, quien agrega que como generalmente son personas que comen en baja cantidad, las comidas deben ser de alta densidad energética, es decir, pequeños volúmenes, pero altos en calorías, proteínas, etc.
Eso sí, no se trata de que coman todo lo que se les ponga poder delante. Por el contrario, la idea es no aumentar la ingesta calórica proveniente de carbohidratos y de grasas, para así cumplir con el objetivo de subir de peso de manera saludable. "Se puede comer de todo pero medido. No se permite sólo preferir alimentos calóricos para lograr el aumento de peso", dice Nicole Levy.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario