Por la Redacción de El Mercurio
¿Cuántas veces y con cuántas relaciones, alguna mujer se ha topado con que, a pesar de que terminaron con ella, su corazón parece no haberse percatado de su nueva situación de soltera?
Las escenas se repiten: Largos minutos admirando las fotos de esas vacaciones, con un pañuelo desechable a mano en caso de que las lágrimas salgan expulsadas, revisando las cartas, mails, buscando una explicación de por qué el amor se le acabó de pronto... Estos son procesos que hay que vivir en el duelo, pero que no sirven para llegar al objetivo final, y el más sano: olvidar al ex.
La escritora peruana Josefina Barrón sabe de estas cosas. No por nada escribió en su libro "Malabares en taco aguja", un capítulo dedicado exclusivamente a este duro episodio en la vida de toda mujer. Allí, incluso confesó haberse expuesto a "situaciones tan vergonzosas" como escribirle al ex: "No sabes cuánto te extraño", a lo que el otrora amor de su vida le respondió "ya los superarás". "Han pasado cinco años desde esa brevísima conversación y aún duele, duele como un entuerto", comentó la mujer de 42 años.
"Aceptar que ya no nos quiere, que puede prescindir de tus encantos, incluso cuando no te reemplaza con ninguna otra, es terrible. Asumir que podría verte con alguien más sin volverse loco, peor", comentó Barrón en su libro, catalogado por ella como una guía para "ser una mujer feliz, con ellos, sin ellos, a pesar de ellos".
Luego de pasar un tiempo prudente triste tras un quiebre, de haber analizado con cada amiga, familiar, tarotista y guía espiritual, las razones de por qué decidieron abandonar la relación, es momento de tomar cartas en el asunto y no quedarse pegada esperando que llegue de él ese SMS milagroso que nunca llegará, con un "te quiero" o un "era broma jejeje, volvamos".
"Hay ciertas cosas que yo he hecho y que recomiendo a quienes tienen que romper (...) acciones tan banales como extirparlo de nuestra lista de contactos en messenger, pues no hay nada peor que verlo iniciar sesión y querer decirle algo como ‘hola, ¿cómo estás?, te extraño, ¿por qué te fuiste?’, analiza la escritora.
Y los siguientes pasos que recomienda son:
1. Extírpalo: Tras llorar y darse un espacio normal de pena, es urgente eliminar todas cosas que recuerden al ex, y con ‘eliminar’, Barrón se refiere a botar y borrar fotos y cartas. "Si regresa, empezarás de cero. Si no, te será más fácil empezar de cero con otro (o contigo misma). No estoy diciendo que niegues el recuerdo. Simplemente no te tortures", dice.
2. No te mientas: La vida, en la inmensa mayoría de las que existen en este planeta, no es como las películas la pintan. Por ende, nada puede asegurar que el príncipe azul, efectivamente es príncipe, y que regresará a su "verdadero amor", porque no pudo olvidarla, ni siquiera cuando esa otra mujer en el bar le coqueteaba. Por eso, la escritora recomienda despertar y no esperar que, como en el cine, el amor triunfe.
3. No te enteres: "Pídeles a tus amigas y a las suyas que no te cuenten absolutamente nada de él", aconseja Barrón. Se debe evitar a toda costa pasar por fuera de la casa del susodicho, y si eso es inevitable por fuerza mayor, mirar hacia otro lado, y así no saber si está despierto o tiene visitas. "Una mujer despechada tiene la imaginación fértil y la histeria a flor de piel", aseguró la escritora.
4. Un día a la vez: Olvidarse del ex, en muchos casos, cuesta mucho. Por eso, sé consciente de que un día en que no le diste señales de vida (vía llamada perdida, encuentro "casual", SMS o mail) es un logro. Si te cuesta mucho apreciar sus avances, la escritora propone ir anotando en un calendario los días que se ha logrado pasar "limpia" de él.
5. Otro clavo: "Solo el tiempo (y otro clavo) terminan de llevarlo a las tierras del olvido. Sácatelo de la piel y del pensamiento encontrando una nueva ilusión (una nueva víctima)", explica la autora.
6. No te expongas: ¿Para qué vivir el desaire de rogar una cita para conversar las cosas y que ni siquiera respondan un ‘no, gracias’? No lo llames pidiéndole que reconsidere la situación, ni mucho menos para informarle con despecho que andas con otro. Como bien aconsejan las madres y las abuelas: "Siempre digna".
7. Nunca hables mal de él: Barrón es una fiel creyente de que todo en esta vida se devuelve. Por la tanto, aconseja no hablar mal del ex, porque se devolverá la mano. Además, se ve feo hacerlo y, en el caso de que en un futuro volvieran, se verá peor.
8. Sé siempre una dama: "Una debe ser una dama hasta en el peor de los momentos. Y justamente en esos momentos es cuando más entereza y dignidad deberás mostrar", dice la escritora. Por eso, evita las escenas con insultos y los mails con amenazas y recriminaciones. Si él esté considerando volver, se terminará por espantar.
9. Afuera la rabia: Es normal la pena en un comienzo, y es natural que la rabia aparezca entre el dolor y la desilusión. Pero no hay que permitir que los malos sentimientos se apoderen del día a día. Vivir con tristeza y rencor no permitirá salir adelante.
10. Date cuenta: Solo dejando que el tiempo pase, es posible analizar si efectivamente se amaba a la persona que se alejó y no a una misma, amándolo. Dejar que las cosas se enfríen, que el caos se ordene, permite evaluar si vale la pena luchar por ese romance que se fue.
Las escenas se repiten: Largos minutos admirando las fotos de esas vacaciones, con un pañuelo desechable a mano en caso de que las lágrimas salgan expulsadas, revisando las cartas, mails, buscando una explicación de por qué el amor se le acabó de pronto... Estos son procesos que hay que vivir en el duelo, pero que no sirven para llegar al objetivo final, y el más sano: olvidar al ex.
La escritora peruana Josefina Barrón sabe de estas cosas. No por nada escribió en su libro "Malabares en taco aguja", un capítulo dedicado exclusivamente a este duro episodio en la vida de toda mujer. Allí, incluso confesó haberse expuesto a "situaciones tan vergonzosas" como escribirle al ex: "No sabes cuánto te extraño", a lo que el otrora amor de su vida le respondió "ya los superarás". "Han pasado cinco años desde esa brevísima conversación y aún duele, duele como un entuerto", comentó la mujer de 42 años.
"Aceptar que ya no nos quiere, que puede prescindir de tus encantos, incluso cuando no te reemplaza con ninguna otra, es terrible. Asumir que podría verte con alguien más sin volverse loco, peor", comentó Barrón en su libro, catalogado por ella como una guía para "ser una mujer feliz, con ellos, sin ellos, a pesar de ellos".
Luego de pasar un tiempo prudente triste tras un quiebre, de haber analizado con cada amiga, familiar, tarotista y guía espiritual, las razones de por qué decidieron abandonar la relación, es momento de tomar cartas en el asunto y no quedarse pegada esperando que llegue de él ese SMS milagroso que nunca llegará, con un "te quiero" o un "era broma jejeje, volvamos".
"Hay ciertas cosas que yo he hecho y que recomiendo a quienes tienen que romper (...) acciones tan banales como extirparlo de nuestra lista de contactos en messenger, pues no hay nada peor que verlo iniciar sesión y querer decirle algo como ‘hola, ¿cómo estás?, te extraño, ¿por qué te fuiste?’, analiza la escritora.
Y los siguientes pasos que recomienda son:
1. Extírpalo: Tras llorar y darse un espacio normal de pena, es urgente eliminar todas cosas que recuerden al ex, y con ‘eliminar’, Barrón se refiere a botar y borrar fotos y cartas. "Si regresa, empezarás de cero. Si no, te será más fácil empezar de cero con otro (o contigo misma). No estoy diciendo que niegues el recuerdo. Simplemente no te tortures", dice.
2. No te mientas: La vida, en la inmensa mayoría de las que existen en este planeta, no es como las películas la pintan. Por ende, nada puede asegurar que el príncipe azul, efectivamente es príncipe, y que regresará a su "verdadero amor", porque no pudo olvidarla, ni siquiera cuando esa otra mujer en el bar le coqueteaba. Por eso, la escritora recomienda despertar y no esperar que, como en el cine, el amor triunfe.
3. No te enteres: "Pídeles a tus amigas y a las suyas que no te cuenten absolutamente nada de él", aconseja Barrón. Se debe evitar a toda costa pasar por fuera de la casa del susodicho, y si eso es inevitable por fuerza mayor, mirar hacia otro lado, y así no saber si está despierto o tiene visitas. "Una mujer despechada tiene la imaginación fértil y la histeria a flor de piel", aseguró la escritora.
4. Un día a la vez: Olvidarse del ex, en muchos casos, cuesta mucho. Por eso, sé consciente de que un día en que no le diste señales de vida (vía llamada perdida, encuentro "casual", SMS o mail) es un logro. Si te cuesta mucho apreciar sus avances, la escritora propone ir anotando en un calendario los días que se ha logrado pasar "limpia" de él.
5. Otro clavo: "Solo el tiempo (y otro clavo) terminan de llevarlo a las tierras del olvido. Sácatelo de la piel y del pensamiento encontrando una nueva ilusión (una nueva víctima)", explica la autora.
6. No te expongas: ¿Para qué vivir el desaire de rogar una cita para conversar las cosas y que ni siquiera respondan un ‘no, gracias’? No lo llames pidiéndole que reconsidere la situación, ni mucho menos para informarle con despecho que andas con otro. Como bien aconsejan las madres y las abuelas: "Siempre digna".
7. Nunca hables mal de él: Barrón es una fiel creyente de que todo en esta vida se devuelve. Por la tanto, aconseja no hablar mal del ex, porque se devolverá la mano. Además, se ve feo hacerlo y, en el caso de que en un futuro volvieran, se verá peor.
8. Sé siempre una dama: "Una debe ser una dama hasta en el peor de los momentos. Y justamente en esos momentos es cuando más entereza y dignidad deberás mostrar", dice la escritora. Por eso, evita las escenas con insultos y los mails con amenazas y recriminaciones. Si él esté considerando volver, se terminará por espantar.
9. Afuera la rabia: Es normal la pena en un comienzo, y es natural que la rabia aparezca entre el dolor y la desilusión. Pero no hay que permitir que los malos sentimientos se apoderen del día a día. Vivir con tristeza y rencor no permitirá salir adelante.
10. Date cuenta: Solo dejando que el tiempo pase, es posible analizar si efectivamente se amaba a la persona que se alejó y no a una misma, amándolo. Dejar que las cosas se enfríen, que el caos se ordene, permite evaluar si vale la pena luchar por ese romance que se fue.
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