Por Ileana Delgado Castro / idelgado@elnuevodia.com
El cáncer de seno sigue siendo uno de los más comunes entre la mujer puertorriqueña, diagnóstico que, sin duda, causa mucha incertidumbre y temor. Sin embargo, la enfermedad ya no equivale a una sentencia de muerte y en la mayoría de los casos se puede combatir de forma efectiva.
Y una de las medidas que generalmente se toma es una cirugía para remover el tumor que afecta el seno, procedimiento que han evolucionado a través de los años para beneficio de los pacientes de cáncer de seno, señala el cirujano oncólogo Carlos Santiago Sánchez, quien tiene una especialidad en cáncer de seno.
"A finales del siglo XX, hubo unos cambios en el paradigma basados en estudios del National Surgical Adyuvant Breast and Bowel Project (NSABP), con los que se empezó a comparar el tratamiento convencional de esa época -como la mastectomía radical modificada con vaciamiento de axilas (para remover todos los nódulos de la axila) y radioterapia- con otros menos invasivos en los que solo se removía el tumor", explica Santiago, tras destacar que esos estudios demostraron que la sobrevida y el tiempo libre de la enfermedad en los pacientes era igual que el de las pacientes mastectomizadas totales.
"Según va pasando el tiempo, van mejorando los conocimientos y las técnicas. Pero no estábamos conformes porque nos dimos cuenta que en los pacientes que pasaban por el vaciamiento axilar, la mayoría de los nódulos eran negativos. Y las pacientes presentaban complicaciones como hinchazón del brazo, que se conoce como linfedema e incapacidad para mover el hombro, además de otras molestias", explica Santiago.
Pero a finales de 1990, el oncólogo dice que se evolucionó a la cirugía radioguiada o biopsia de nódulos centinelas. Este procedimiento consiste en inyectar material radioactivo y con un instrumento especial se remueve el nódulo más radioactivo y se omite el vaciamiento axilar.
"Una de las ventajas es que no se remueven nódulos extras y en el mismo escenario quirúrgico se sabe si es positivo o negativo. Eso evita las complicaciones que ocurrían antes", agrega el oncólogo, tras señalar que para esa misma época empezaron a desarrollarse los expansores de tejido y los cirujanos plásticos comenzaron a involucrarse en la reconstrucción de seno de las pacientes que estaban previamente mastectomizadas con resultados muy satisfactorios.
De hecho, Santiago dice que esto ha ayudado mucho a las mujeres que quedaban inconformes con el resultado de la mastectomía parcial, debido a que algunas tenían mayor probabilidad de que el seno quedara más grande que el otro. "A veces también, al darle radioterapia, la cicatriz se contrae y se queda como hundida", agrega el médico.
A la par con las nuevas técnicas, explica el experto, también aparecieron las pruebas de análisis genético y se encontró que un grupo de pacientes son portadoras de dos genes -el BRCA1 y el BRCA2-, que tienen una probabilidad de desarrollar cáncer de hasta un 80%,.
"A esas pacientes empezamos a ofrecerles mastectomía bilaterales como mecanismo de reducir sus riesgos. A esas pacientes se les remueve ambos senos, algunas de ellas de forma profiláctica como prevención y se reconstruyen inmediatamente", explica el oncólogo.
Tiempos de avance
Otro cambio importante es que a mediados del año 2000, se decidió que no era necesario remover la areola del seno debido a que los estudios retrospectivos habían encontrado que menos del 5% de las pacientes, tenían cáncer en la areola.
"Por eso evolucionamos a esta técnica de mastectomía con preservación total de piel, en la que solo se remueve el tejido mamario que queda por debajo de la piel y se pone un expansor de tejido por debajo del músculo y después se cambia a un implante y la paciente se queda con ambos senos y generalmente hasta quedan mejor de como los tenía antes", señala Santiago.
Una de las ventajas de esta técnica es que la mujer conserva el pezón y la areola intacto y se reconstruye un busto prácticamente normal. "Una de las ventajas es que la paciente no necesita pruebas de seguimiento ni estudios, porque se está removiendo todo el tejido mamario, así que le quitas la ansiedad de estudios posteriores y se baja el riesgo de cáncer a menos de un 1%", agrega Santiago.
Sin embargo, no todas las pacientes cualifican para este tipo de procedimiento. Según Santiago, tienen que ser pacientes con tumores pequeños, como los carcinoma ductales in situ o el carcinoma lobular in situ, pacientes con el gen BRCA1 Y BRCA2 que quieran hacerse una mastectomía profiláctica y pacientes con tumores menores de dos centímetros. "Esas son las pacientes idóneas para este tipo de procedimiento", agrega.
Y una de las medidas que generalmente se toma es una cirugía para remover el tumor que afecta el seno, procedimiento que han evolucionado a través de los años para beneficio de los pacientes de cáncer de seno, señala el cirujano oncólogo Carlos Santiago Sánchez, quien tiene una especialidad en cáncer de seno.
"A finales del siglo XX, hubo unos cambios en el paradigma basados en estudios del National Surgical Adyuvant Breast and Bowel Project (NSABP), con los que se empezó a comparar el tratamiento convencional de esa época -como la mastectomía radical modificada con vaciamiento de axilas (para remover todos los nódulos de la axila) y radioterapia- con otros menos invasivos en los que solo se removía el tumor", explica Santiago, tras destacar que esos estudios demostraron que la sobrevida y el tiempo libre de la enfermedad en los pacientes era igual que el de las pacientes mastectomizadas totales.
"Según va pasando el tiempo, van mejorando los conocimientos y las técnicas. Pero no estábamos conformes porque nos dimos cuenta que en los pacientes que pasaban por el vaciamiento axilar, la mayoría de los nódulos eran negativos. Y las pacientes presentaban complicaciones como hinchazón del brazo, que se conoce como linfedema e incapacidad para mover el hombro, además de otras molestias", explica Santiago.
Pero a finales de 1990, el oncólogo dice que se evolucionó a la cirugía radioguiada o biopsia de nódulos centinelas. Este procedimiento consiste en inyectar material radioactivo y con un instrumento especial se remueve el nódulo más radioactivo y se omite el vaciamiento axilar.
"Una de las ventajas es que no se remueven nódulos extras y en el mismo escenario quirúrgico se sabe si es positivo o negativo. Eso evita las complicaciones que ocurrían antes", agrega el oncólogo, tras señalar que para esa misma época empezaron a desarrollarse los expansores de tejido y los cirujanos plásticos comenzaron a involucrarse en la reconstrucción de seno de las pacientes que estaban previamente mastectomizadas con resultados muy satisfactorios.
De hecho, Santiago dice que esto ha ayudado mucho a las mujeres que quedaban inconformes con el resultado de la mastectomía parcial, debido a que algunas tenían mayor probabilidad de que el seno quedara más grande que el otro. "A veces también, al darle radioterapia, la cicatriz se contrae y se queda como hundida", agrega el médico.
A la par con las nuevas técnicas, explica el experto, también aparecieron las pruebas de análisis genético y se encontró que un grupo de pacientes son portadoras de dos genes -el BRCA1 y el BRCA2-, que tienen una probabilidad de desarrollar cáncer de hasta un 80%,.
"A esas pacientes empezamos a ofrecerles mastectomía bilaterales como mecanismo de reducir sus riesgos. A esas pacientes se les remueve ambos senos, algunas de ellas de forma profiláctica como prevención y se reconstruyen inmediatamente", explica el oncólogo.
Tiempos de avance
Otro cambio importante es que a mediados del año 2000, se decidió que no era necesario remover la areola del seno debido a que los estudios retrospectivos habían encontrado que menos del 5% de las pacientes, tenían cáncer en la areola.
"Por eso evolucionamos a esta técnica de mastectomía con preservación total de piel, en la que solo se remueve el tejido mamario que queda por debajo de la piel y se pone un expansor de tejido por debajo del músculo y después se cambia a un implante y la paciente se queda con ambos senos y generalmente hasta quedan mejor de como los tenía antes", señala Santiago.
Una de las ventajas de esta técnica es que la mujer conserva el pezón y la areola intacto y se reconstruye un busto prácticamente normal. "Una de las ventajas es que la paciente no necesita pruebas de seguimiento ni estudios, porque se está removiendo todo el tejido mamario, así que le quitas la ansiedad de estudios posteriores y se baja el riesgo de cáncer a menos de un 1%", agrega Santiago.
Sin embargo, no todas las pacientes cualifican para este tipo de procedimiento. Según Santiago, tienen que ser pacientes con tumores pequeños, como los carcinoma ductales in situ o el carcinoma lobular in situ, pacientes con el gen BRCA1 Y BRCA2 que quieran hacerse una mastectomía profiláctica y pacientes con tumores menores de dos centímetros. "Esas son las pacientes idóneas para este tipo de procedimiento", agrega.
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