La neozelandesa Rachel Whitwell, de 29 años, no podrá volver a dar clases, después de que fuera descubierta en las páginas interiores de la publicación "Penthouse" La bella Rachel Whitwell, quien impartía clases en un colegio de Auckland, Nueva Zelanda, nunca más volverá a pisar la institución y ninguna otra escuela, después de que fuera suspendida de por vida, gracias a una picante sesión de fotos que realizó para la revista "Penthouse".
La ex educadora, de 29 años, fue retratada sin ropa sobre un pupitre, instantánea en la que se podía apreciar el texto "Soy sumisa en la cama, porque durante el día soy la que manda en el aula", lo que desató la furia del Consejo de Profesores:
Consideramos que vincular esa actividad a nuestra profesión es algo de particular mal gusto", afirmó la asociación.
A pesar de las críticas del consejo, Rachel se defendió, al argumentar que en ese entonces no estaba dando clases, además de señalar que la revista puede ser encontrada con facilidad en los puestos de periódicos neocelandeses:
"En ese momento no estaba ejerciendo la profesión, y además la revista se puede comprar legalmente en cualquier quiosco de Nueva Zelanda. Incluso si hubiera estado dando clase, ustedes no tienen derecho a imponer sus opiniones morales victorianas sobre mi vida fuera del aula", concluyó la educadora, quien ahora probará suerte en el modelaje, después de las secuelas que le dejó la sesión fotográfica que realizó en enero del 2010:
La ex educadora, de 29 años, fue retratada sin ropa sobre un pupitre, instantánea en la que se podía apreciar el texto "Soy sumisa en la cama, porque durante el día soy la que manda en el aula", lo que desató la furia del Consejo de Profesores:
Consideramos que vincular esa actividad a nuestra profesión es algo de particular mal gusto", afirmó la asociación.
A pesar de las críticas del consejo, Rachel se defendió, al argumentar que en ese entonces no estaba dando clases, además de señalar que la revista puede ser encontrada con facilidad en los puestos de periódicos neocelandeses:
"En ese momento no estaba ejerciendo la profesión, y además la revista se puede comprar legalmente en cualquier quiosco de Nueva Zelanda. Incluso si hubiera estado dando clase, ustedes no tienen derecho a imponer sus opiniones morales victorianas sobre mi vida fuera del aula", concluyó la educadora, quien ahora probará suerte en el modelaje, después de las secuelas que le dejó la sesión fotográfica que realizó en enero del 2010:
No hay comentarios.:
Publicar un comentario