Archivo / El Nuevo DíaPor ELNUEVODIA.COM Conoce la historia de esta joven
La vida de la británica Malissa Jones ha cambiado drásticamente luego de haberse sometido a una cirugía de bypass gástrico.
Esta chica de 21 años figuró hasta el 2008 como la adolescente más gorda de Gran Bretaña, sin embargo hoy padece de anorexia nerviosa y se enfrenta a la muerte por inanición, según revela la página lavozlibre.com.
Jones, que pesaba 474 libras, se sometió al procedimiento por recomendación médica, ya que su vida corría peligro. Tras la operación perdió 364 libras y encaró un nuevo panorama. Se enamoró y hasta quedó embarazada, pero perdió a su bebé y se sumió en una depresión severa que le arrebató los deseos de comer.
Actualmente, pesa sólo 110 libras y luce una figura esquelética aunque con exceso de piel.
"Le diría a cualquiera que quiera perder peso con la cirugía que lo haga de una manera sana. Desearía haberlo hecho yo. La cirugía tiene consecuencias que uno no se imagina", declaró entristecida al diario Daily Mail, publica minutouno.com.
"No me estoy matando de hambre deliberadamente, pero en este momento prefiero morirme de hambre a obligarme a comer", señaló Malissa. "Estoy demasiado flaca, y me impresiona mi propio cuerpo. Pero me duele tragar y digerir cualquier cosa me da calambre", expresó. El psicólogo que la atiende opina que "tal vez, inconscientemente, tiene tanto miedo de convertirse en obesa otra vez, que está dejando de comer".
Nuevamente, enfrenta la muerte, ya que los especialistas le dan seis meses de vida si no realiza cambios de inmediato.
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Esta chica de 21 años figuró hasta el 2008 como la adolescente más gorda de Gran Bretaña, sin embargo hoy padece de anorexia nerviosa y se enfrenta a la muerte por inanición, según revela la página lavozlibre.com.
Jones, que pesaba 474 libras, se sometió al procedimiento por recomendación médica, ya que su vida corría peligro. Tras la operación perdió 364 libras y encaró un nuevo panorama. Se enamoró y hasta quedó embarazada, pero perdió a su bebé y se sumió en una depresión severa que le arrebató los deseos de comer.
Actualmente, pesa sólo 110 libras y luce una figura esquelética aunque con exceso de piel.
"Le diría a cualquiera que quiera perder peso con la cirugía que lo haga de una manera sana. Desearía haberlo hecho yo. La cirugía tiene consecuencias que uno no se imagina", declaró entristecida al diario Daily Mail, publica minutouno.com.
"No me estoy matando de hambre deliberadamente, pero en este momento prefiero morirme de hambre a obligarme a comer", señaló Malissa. "Estoy demasiado flaca, y me impresiona mi propio cuerpo. Pero me duele tragar y digerir cualquier cosa me da calambre", expresó. El psicólogo que la atiende opina que "tal vez, inconscientemente, tiene tanto miedo de convertirse en obesa otra vez, que está dejando de comer".
Nuevamente, enfrenta la muerte, ya que los especialistas le dan seis meses de vida si no realiza cambios de inmediato.
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