El proyecto de ley, que fue aprobado en una votación de 37-8, autoriza a los agentes de policía entrenados por el gobierno federal para interrogar a la gente sobre su estatus migratorio en determinadas circunstancias, permite la incautación de los vehículos utilizados en el contrabando de personas, y convierte en delito para los inmigrantes ilegales buscar empleo.
Pero el autor en la Cámara George Faugth dijo que la ley será revisada en un comité para centrarse exclusivamente en las implicaciones de la inmigración ilegal sobre la "seguridad pública".
"Se va a ver muy diferente", dijo el republicano Faught. "Va a ser orientada a la seguridad pública, ayudando a la policía a hacer el trabajo que debe hacer... ayudará a las autoridades competentes a acabar con esos delitos, y les dará algunas herramientas y la capacidad de hacerlo.
Faught dice que no prevé que la ley se dirija a los empresarios que contratan inmigrantes ilegales.
La gobernadora republicana Mary Fallin dijo que aunque la ley todavía es un trabajo en desarrollo, aplaudía "los objetivos de esta legislación: darle poder a los oficiales competentes, librar a nuestra comunidades de crímenes como el tráfico de personas y fortalecer las medidas para aplicar la ley son todas ciertamente cosas que yo apoyo".
El senador demócrata Jim Wilson, quien se opuso a la medida, dijo que los indocumentados son una parte importante de la economía de Oklahoma y que los líderes republicanos están complaciendo a los electores al presentar una ley que hace poco para resolver el problema.
Mientras tanto, la comunidad inmigrante de Oklahoma sigue temerosa de convertirse en blanco de los legisladores que buscan cortejar a los votantes, dijo el reverendo Víctor Orta, pastor de El Pueblo de Dios, una Iglesia Bautista en Tulsa.
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