La miopía es un defecto de visión que afecta a cerca del 40% de la población general. Se presenta por igual en hombres y en mujeres, y hay una clara predisposición familiar (mayor tendencia a producirse en los familiares de miopes). Tiene formas benignas (más frecuentes en los hombres) y formas más graves (más frecuentes en las mujeres).
La miopía suele desarrollarse en la época escolar, y se suele estabilizar hacia los 20 años de edad; hasta entonces puede desarrollarse muy rápidamente, y requerir frecuentes cambios de gafas o lentillas. Sufren miopía el 80% de los niños en edad escolar que presentan disminución de la agudeza visual, y este porcentaje es aún más elevado entre los adolescentes con el mismo problema.
¿A qué se debe la miopía?
En el ojo miope, las imágenes se forman antes de la retina. Sobre el plano óptico, el ojo miope es demasiado “largo”: para el ojo en reposo que fija un punto alejado, la imagen se proyecta antes de la retina, por lo que se vuelve borrosa. También puede ocurrir que el cristalino (la lente que se encuentra dentro del ojo) tenga una distancia focal demasiado corta, con el mismo resultado.
Miopía simple
Es la más frecuente, y la que se detecta más a menudo al comienzo de la escolarización.
Miopía maligna
Es mucho más rara (del 1% al 4% según las áreas geográficas), y de grado más elevado. A menudo se asocia a anomalías oculares más o menos graves.
¿Qué tipos de miopía existen? ¿Cuáles son los síntomas de la miopía benigna?
Los síntomas de la miopía benigna son esencialmente una disminución de la visión lejana (dificultad para leer la pizarra en el colegio o las vallas publicitarias al viajar en coche, por ejemplo), mientras que la visión de cerca es normal o incluso superior a la normal.
¿Puede ser un signo de otra enfermedad del ojo?
• En la miopía maligna pueden existir otras anomalías oculares más o menos graves.
• En las personas adultas, en ciertas enfermedades generales (diabetes) o del ojo (enfermedades evolutivas de la córnea, cataratas) pueden aparecer modificaciones visuales ligadas a una miopía adquirida.
¿Cómo diagnostica el oftalmólogo la miopía?
• El oftalmólogo verifica la agudeza visual en la visión de lejos y de cerca, y controla el grado exacto de miopía mediante un aparato llamado refractómetro, que le permite saber el tipo y grado de miopía que padece cada uno, para prescribir la corrección óptica adaptada a cada caso.
• El oftalmólogo buscará también posibles anomalías asociadas, sobre todo en caso de altos grados de miopía (estrabismo, glaucoma, cataratas, lesiones retinianas).
¿A qué se debe prestar una atención particular?
Si uno nota que su visión se deteriora, debe comprobar que las lentes correctoras estén bien adaptadas a la visión, ya que la miopía evoluciona a lo largo de todo el periodo de crecimiento, así como en determinadas circunstancias (embarazo).
La frecuencia de los controles vendrá, en todo caso, determinada por el oftalmólogo, en función de la edad, tipo y grado de miopía u otras circunstancias.
¿Cómo se corrige la miopía?
No existe ningún colirio u otro tipo de tratamiento farmacológico que cure la miopía.
Según el nivel de actividad y los propios deseos de cada uno, y en función del examen que se le haga, el oftalmólogo puede aconsejar gafas o lentillas de contacto, o proponerle una intervención de cirugía refractiva para la miopía.
La cirugía de los trastornos de refracción es cada vez más frecuente en los países desarrollados, dados sus buenos resultados y su bajo nivel de complicaciones. La técnica más empleada en la actualidad es la llamada LASIK (siglas en inglés de “queratomileusis in situ con láser”) que consiste en un corte inicial sobre la córnea para obtener una lámina colgante, darle la vuelta y modelar el lecho corneal con láser, para finalmente recolocar en su sitio esta lámina corneal. Todo el proceso se lleva a cabo en unos minutos, con anestesia local.
La técnica LASIK sirve para tratar tanto la miopía o la hipermetropía como el astigmatismo, aunque tiene sus limitaciones fundamentalmente en función del número de dioptrías que hay que corregir.
Miopías muy elevadas -por encima de aproximadamente doce dioptrías- deben ser cuidadosamente evaluadas por el oftalmólogo antes de indicar una cirugía LASIK. Las miopías superiores a doce dioptrías pueden ser intervenidas con otras técnicas, bien colocando lentes por encima del cristalino, o bien sustituyéndolo, en función de la edad del paciente. Sus principales complicaciones son el fallo en la corrección de la visión, y la posible aparición de infecciones o úlceras en la córnea.
¿Debe corregirse obligatoriamente la miopía?
La corrección óptica de una miopía es fundamentalmente una cuestión de comodidad, salvo en las actividades en las que está en juego la seguridad, como la conducción de automóviles, en las que llevar gafas o lentillas de contacto es obligatorio.
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