En una movida que ya genera polémica, la iglesia católica de la ciudad suiza de Lucerna reparte preservativos gratis a los ciudadanos en el marco de una campaña de prevención contra el sida.
La diócesis de Lucerna pasó por alto los preceptos del Vaticano y sorprendió con la iniciativa de distribuir profilácticos en un puesto ubicado en la estación de trenes local bajo el lema “Olvidar es contagioso, protege al prójimo como a ti mismo”. La campaña no cayó bien en los sectores católicos más conservadores, pero se llevó la aprobación de gran parte de la sociedad civil.
El reparto comenzó esta mañana y culmina el miércoles. "El preservativo no es un remedio milagroso en la prevención contra el sida, pero es una posibilidad entre otras", indicó Florian Flohr, responsable de comunicación del clero de Lucerna. "Aquel que no lo mencione -continuó- cuando se aborda el tema del Sida, actúa contra la ética", disparó.
Además de la distribución de los anticonceptivos, la campaña incluye un micro de información itinerante y visitas a las parroquias de Lucerna.
Los promotores de la campaña la defienden argumentando que es una forma de demostrar que la Iglesia católica "no está vetusta".
"Nuestra acción no es una provocación", explicó el responsable de una de las parroquias, Alois Metz, a un programa de la televisión alemana, y aseguró: "Nosotros debemos proteger la vida, y lo hacemos a través de los preservativos".
Si bien el obispado del cantón de Bale (al que pertenece Lucerna) no condenó todavía abiertamente la iniciativa, otros, como el del cantón de Coire, y la organización antiabortista "Human Life" ya la calificaron como "irresponsable".
La diócesis de Lucerna pasó por alto los preceptos del Vaticano y sorprendió con la iniciativa de distribuir profilácticos en un puesto ubicado en la estación de trenes local bajo el lema “Olvidar es contagioso, protege al prójimo como a ti mismo”. La campaña no cayó bien en los sectores católicos más conservadores, pero se llevó la aprobación de gran parte de la sociedad civil.
El reparto comenzó esta mañana y culmina el miércoles. "El preservativo no es un remedio milagroso en la prevención contra el sida, pero es una posibilidad entre otras", indicó Florian Flohr, responsable de comunicación del clero de Lucerna. "Aquel que no lo mencione -continuó- cuando se aborda el tema del Sida, actúa contra la ética", disparó.
Además de la distribución de los anticonceptivos, la campaña incluye un micro de información itinerante y visitas a las parroquias de Lucerna.
Los promotores de la campaña la defienden argumentando que es una forma de demostrar que la Iglesia católica "no está vetusta".
"Nuestra acción no es una provocación", explicó el responsable de una de las parroquias, Alois Metz, a un programa de la televisión alemana, y aseguró: "Nosotros debemos proteger la vida, y lo hacemos a través de los preservativos".
Si bien el obispado del cantón de Bale (al que pertenece Lucerna) no condenó todavía abiertamente la iniciativa, otros, como el del cantón de Coire, y la organización antiabortista "Human Life" ya la calificaron como "irresponsable".
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