Un momentito con Miguel Hoy la nostalgia llegó temprano, entró sin avisarme, abrazó mi cuerpo y sin preguntarme me invadió con un ayer sin retorno, esos tiempos pasados cuando sin tecnología éramos felicesÉpoca donde con menos vivíamos mejor, hoy me pregunto ¿porque tenemos que separarnos? Mis amigos de infancia casados, con hijos y en otros pueblos o peor, en países distintos.
Hoy amanecí extrañando los juegos con pelotas de media en plena calle, las escapadas a ríos y rigolas, la espera del Domingo para estrenar la camisita o los zapatos, esperar el manto de la noche para jugar a las escondidas, las 4 esquinas, la minga o la cantarita.
Caminar varias cuadras a espera de que un buen vecino nos permitiera ver un poquito la televisión a blanco y negro, lo cual era un privilegio de pocos tener una, el mabi o cacheo del colmado con su tableta.
El concierto del Domingo en la noche o la tanda de ese día en la mañana, oportunidad para estar cerca de la enamorada, son tantas las cosas que podemos recordar y que nos llenan de felicidad y orgullo
En mi generación, cuya adolescencia fue vivida en los años 70 no habían delicuentes, no conocíamos la palabra atraco mucho menos secuestro, nos arropábamos hasta donde la sabana nos alcanzara.
Las casas no tenia protectores de hierro, como ahora, que lejos de un hogar parecen celdas de presos, en esos tiempos cuando era necesario te daban la mano para ayudarte, sentíamos el latir de un Corazón que te entendía.
Los días se nos iluminaban con miradas inesperadas y gestos solidarios donde cada poro de la piel vibraba con el sonido de una voz que nos hablaba de amor, el santo rosario en casas de nuestros abuelos nos cobijaban con techo de fe
El plato de comida por encima de la empalizada, claro mensaje de que no estábamos solos y el vecino era el familiar mas cercano, de nuestras almas salían ondas que viajaban por el aire en armonías con otras y al unirse producían un canto de amor
Hoy nuestras autoridades han dado larga al desorden, y a la inseguridad, el afán de enriquecerse está primero que cambiar los colores del amanecer cuando el Alba aflora apuntando el nuevo día
Hoy las familias han dado larga, a los diálogos, al seguimiento de los hijos, al apoyo moral, psíquico y espiritual que hacen posible el crecimiento de mejores hombres y mujeres para el futuro de la Patria
Hoy alimento mi esperanza de tener un reencuentro con mis raíces, divisar las rutas perdidas, por la falta de valores y el consumismo en el seno de la sociedad y ver las aguas seguir su corriente natural hasta reposar en un río fresco rodeado de Paz
MIGUEL DE JESUS RODRIGUEZ
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