Las polémicas declaraciones fueron formuladas por el cardenal durante la entrega formal a los fieles de la parroquia Nuestra Señora de los Dolores en Viña del Mar, reparada tras los destrozos del terremoto que azotó la zona en febrero, informó el sitio web InfoCatólica.
El prelado, en principio, aclaró que la Iglesia distingue entre la tendencia homosexual y la práctica homosexual. En ese marco, señaló que la primera "es un defecto, como si a una persona le faltara un ojo, una mano o un pie".
Así es que instó a las personas que lo "padecen" a rehabilitarse en un camino que denominó de "cura de la homosexualidad" . En ese sentido, comparó a los gay con los alcohólicos, y comentó que él mismo conoció casos en los que, al igual que los bebedores, personas han "corregido" sus tendencias no heterosexuales.
Frente a estas declaraciones, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) pidió a la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) que defina cuál es su posición frente a este tema.
Alejandro Goic, del Movilh, exigió en la carta que envió a la CECH que "las recientes declaraciones sean abordadas y discutidas por su Conferencia, de manera que la ciudadanía sepa sin dobles lecturas si estos brutales dichos son compartidos o no por la Iglesia católica chilena como conjunto y si la misericordia que dicen promover se agota a la hora de tratarse de lesbianas, gays, bisexuales o transexuales ".
Para el organismo, las declaraciones de Medina "son claramente ofensivas y dañan la dignidad de personas inocentes sólo por amar a otras de su mismo sexo, además de promover la ignorancia por sustentarse en falsedades respecto a lo que dice la ciencia sobre la diversidad sexual, lo cual constituye un engaño a nuestra sociedad".
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