La otra cara de Chile, tiene más de tres millones de pobres e indigentes

SANTIAGO DE CHILE (AP) _ Chile tiene poco más de tres millones de sus 17 millones de habitantes sumidos en la pobreza y la indigencia, informó el martes el presidente Sebastián Piñera.


Los más desposeídos crecieron en 472.591 personas en los últimos tres años, en el peor retroceso en dos décadas, según los resultados de la Encuesta de Caracterización Socioeconómica (Casen), entregado por Piñera en un acto en el palacio de gobierno.

La pobreza venía cayendo sistemáticamente desde el fin de la dictadura del general Augusto Pinochet (1972-1990), cuando afectaba al 39% de los chilenos, pero la tendencia se revirtió a partir del 2006, según el informe.

Piñera se mostró optimista y reiteró su promesa de campaña de que cuando concluya su mandato el 2014 se erradicará la indigencia y que hacia fines de la década se habrá ganado la batalla a la pobreza.

La encuesta Casen se aplica cada tres años, la anterior el 2006 y la última a fines del año pasado, cuando aún estaban presentes los efectos de la crisis económica internacional.

El estudio reveló que los indigentes, que apenas pueden sobrevivir, aumentaron en 117.591 para llegar a 634.329 a fines del año pasado. Por su parte, los pobres crecieron en 355.000, para un total de 2.564.000.

La encuesta se realizó en 74.280 hogares de todo el país.

Sin embargo, la encuesta no alcanzó a registrar los devastadores efectos del terremoto y maremoto que asoló al centro sur del país en febrero pasado, que causó daños por 30.000 millones de dólares, según cifras oficiales.

Piñera agregó que detrás de estas frías cifras, hay unos dos millones de personas de clase media con temor a caer en la pobreza si pierden su trabajo, se enferman o llegan a la vejez.

La Cámara de Comercio de Santiago proyectó que este año la deuda de los hogares crecerá entre un 6% y 7% por la reactivación del consumo interno.

Miles de familias no pueden endeudarse porque sus jefes o jefas de hogar perdieron sus empleos tras el megasismo que dejó a unas 200.000 familias sin hogar y hoy están hacinadas en pequeñas viviendas de emergencia.

La Organización Internacional del Trabajo precisó la semana última que unas 90.000 personas perdieron sus empleos, y que cuatro meses después, 67.000 siguen cesantes.

El impacto del terremoto en la economía aún no termina de dimensionarse por los cuantiosos daños a la
infraestructura, a sectores industriales, especialmente el pesquero, y la cesantía. El gobierno ha dicho que necesita unos 8.400 millones de dólares sólo para la reconstrucción.

Piñera dijo que no quiere buscar culpables de la actual situación, aludiendo implícitamente a que el aumento de ambos flagelos se registró durante el período de la presidenta Michelle Bachelet, que enfrentó la crisis financiera mundial mucho mejor que otros países de la región por las reservas de las ganancias del cobre, guardadas precisamente para épocas de crisis.

Sin embargo, afirmó que la eficiencia del gasto social debe mejorar para que no se pierdan en la burocracia o ``en las garras de la corrupción''.

Piñera opinó que la debilidad en el crecimiento económico, el estancamiento en la calidad de la educación y el debilitamiento de la familia, ``son las tres principales causas que nos han impedido hasta ahora derrotar la pobreza''.

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